Lipedema y linfedema: más que enemigos estéticos

Muchas personas no saben por qué se hinchan sus brazos y piernas, y no se trata de un problema de obesidad, detrás hay una sintomatología y enfermedades graves que se desbordan en el engrosamiento prominente de las extremidades. Con el tratamiento adecuado y otras precauciones la situación de estos pacientes puede mejorar.

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El cáncer y linfedema se relaciona debido a que este último se genera por un daño el sistema linfático. / Foto Por EDH- Shutterestock

Por Diana Orantes

2020-06-07 5:00:33

Hay enfermedades que desfiguran la silueta corporal exageradamente. Dos de ellas son el lipedema y el linfedema.

Ambos afectan las extremidades superiores e inferiores con dolor e hinchazón. Son provocadas por factores distintos, pero dañan la salud y la estética humana. Conoce más sobre cada una de ellas.

La doctora en cirugía plástica, Carmen Iglesias explicó que el lipedema es una deformidad de grandes proporciones provocada por grasa que se acumula en las piernas, aunque también puede darse en los brazos.

Provoca mucho dolor, pesadez, tensión, sensibilidad al presionar y se vuelve intolerante de soportar.

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Muchas personas no saben por qué se hinchan sus brazos y piernas, y no se trata de un problema de obesidad, detrás hay una sintomatología y enfermedades graves que se desbordan en el engrosamiento prominente de las extremidades. Con el tratamiento adecuado y otras precauciones la situación de estos pacientes puede mejorar.

Es una hiperplasia de grasa —un aumento en el número de células adiposas— en muslos, caderas, glúteos, rodillas, pantorrillas y tobillos.

Se caracteriza porque esas zonas presentan una marcada tendencia a formar hematomas (manchas en la piel color azul amoratadas que surgen por una acumulación de sangre u otro líquido corporal o a través de golpes), por pequeños traumatismos y laxitud cutánea o flacidez por la pérdida de elasticidad.

La buena noticia es que tiene cura, la mala es que no bastan dietas o ayunos. “La causa del lipedema no radica en una mala alimentación. El sobrepeso y la obesidad deben tratarse por profesionales especializados en programas de ejercicio físico y reeducación de los hábitos alimentarios”, indicó la doctora Iglesias.

El lipedema puede clasificarse en tres tipos. El primero es por la acumulación de grasa en glúteos, caderas y pelvis. El tipo dos es una prominencia que va desde las caderas hasta las rodillas y el tercero es más grave, porque se desarrolla desde las caderas hasta los tobillos. Fotos Shutterestock

El linfedema

La hinchazón de brazos o piernas también puede tener origen en un problema llamado linfedema. Según Clínica Mayo, esta enfermedad se origina por la extirpación o daño en los ganglios linfáticos como parte de un tratamiento oncológico. Si fuera así, es posible que los signos aparezcan meses o años después de superar el cáncer.

Cuando hay un mal funcionamiento en el sistema linfático el organismo no puede trabajar correctamente y esa obstrucción impide que la linfa – líquido coagulable que está en la sangre— drene bien, es por eso que los líquidos se acumulan y provocan hinchazón en una pierna o un brazo.

Este problema, a diferencia del lipedema, no tiene cura, pero un diagnóstico a tiempo puede controlar los síntomas en la etapa temprana y minimizar los dolores en el miembro afectado.

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Los malestares en las extremidades son similares al lipedema como la dificultad para mover, pesadez y rigidez con variantes como endurecimiento y engrosamiento de la piel e hinchazón en los pies y dedos, sensación de piel ajustada, brotes de verrugas o ampollas, picazón, sensación de quemadura, pérdida del cabello y dificultad para dormir. La hinchazón puede ser leve o severa hasta desfigurar el cuerpo.

El Instituto Nacional del Cáncer de España detalla que el linfedema puede ser el resultado anormal del desarrollo del sistema linfático al nacer o en los primeros años de vida, o surge por el daño del sistema linfático por una infección, cáncer, lesión, extracción de ganglios, radiación en el área afectada y cicatrices en el tejido por radioterapia y cirugía.

El estilo de vida es clave

Una persona que haya superado el lipedema y está comenzando una nueva vida con extremidades sanas debe tener en cuenta muchos aspectos como llevar una vida sana.

-Evita el sedentarismo, mantén una piel hidratada y protegida de golpes o lesiones para que no se produzcan infecciones.

-Los ejercicios por excelencia para mantener una buena salud son la natación, senderismo, ciclismo, yoga y pilates. Anímate a practicarlos.

-Toma mucha agua sin cesar.

-Las visitas al fisioterapeuta no deben suspenderse, eso te ayudará a llevar un mejor proceso de recuperación.

Si crees que puedes tener linfedema te recomendamos:

Visita al médico si los síntomas se te hacen familiares.
Desarrolla una higiene cuidadosa en la piel y uñas del miembro afectado, así evitarás infecciones, y humecta constantemente.
Evita pinchazos y golpes donde haya protuberancias y dolor.
Si tienes pequeños cortes trátalos de prisa con productos antibacterianos.
Usa guantes cuando hagas tareas de jardinería, de cocina o la limpieza en general.
Lleva siempre un protector solar.
Evita probar la temperatura de las cosas con los dedos.
No te sientes con las piernas cruzadas porque evitas el flujo de líquidos. Cambia de posición cada 30 minutos cuando estés sentado.
No cargues objetos pesados con los brazos adoloridos ni uses bandas elásticas o medias ajustadas en las piernas.
No uses el brazalete para medir la presión en el brazo hinchado.
Procura no dejar los miembros colgando porque la sangre se acumula en la parte inferior y no circula bien.