Es probable que un día de tantos te hayas despertado con una pequeña, rojiza y dolorosa protuberancia en uno de los párpados. A lo mejor, algún familiar o amigo haya emitido comentarios graciosos al respecto y te haya asegurado que el “pispelo” (como es conocido popularmente esa inflamación) “te salió por andar viendo perros trabados (apareándose)”.
También es probable que algún conocido te haya recomendado pasarte la cola de un gato o un diente de ajos pelado en la hinchazón del párpado. ¿Cómo has reaccionado a esas sugerencias o comentarios? Seguramente con un poco de risa y asombro.
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Según Clínica Mayo, los orzuelos (nombre real de ese problema ocular) son bultos rojos y dolorosos bastante comunes que pueden aparecer en cualquier persona. Por lo general surgen cerca del borde del párpado con un aspecto similar a un grano o una espinilla. Suelen formarse en la parte exterior del párpado, pero a veces puede aparecer en la parte interior.
El principal síntoma es la presencia de un bulto rojo, el enrojecimiento de la zona y la presencia de picor, dolor, hinchazón e inflamación de los párpados, así como lagrimeo.
Las razones por las que aparecen los orzuelos son múltiples. Pueden producirse por una infección de las glándulas sebáceas del párpado. “La bacteria estafilococo es comúnmente responsable de la mayoría de estas infecciones”, manifiesta Clínica Mayo.
Especialistas en oftalmología sostienen que los orzuelos aparecen principalmente por falta de higiene. Tocarse los ojos con las manos sucias es la principal causa. No quitar el maquillaje de los ojos antes de acostarte, colocarse los lentes de contacto sin desinfectarlos y usar cosméticos viejos y vencidos también puede incidir en la aparición de estas protuberancias. Asimismo, es muy común la aparición de orzuelos en personas con blefaritis, que es la inflamación del borde libre del párpado que es donde nacen las pestañas.
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Algunas veces los orzuelos se confunden con el chalazión, otra enfermedad ocular que cursa con inflamación en el párpado y que se produce cuando hay una obstrucción en una de las pequeñas glándulas sebáceas ubicadas en el borde del párpado, justo detrás de las pestañas. A diferencia del orzuelo, el chalazión, por lo general, no es doloroso y tiende a ser más prominente en la parte interna del párpado.
En la mayoría de los casos los orzuelos desaparecen a los dos días. Para intentar reducir su duración es recomendable acudir al oftalmólogo.
Clínica Mayo recomienda, a través de su sitio en internet, aplicar un paño tibio en el párpado cerrado durante cinco a diez minutos varias veces al día y masajear suavemente.
Según especialistas, pasar la cola de un gato sobre el orzuelo, es solo un mito y no logrará que este desaparezca. Tampoco es recomendable ponerse un ajo o una papa caliente sobre el orzuelo, ya que ninguno de estos tratamientos tiene aval de estudios científicos o ensayos clínicos que demuestren una eficacia clínicamente significativa.