¿Qué le ocurre a tu cuerpo si dejas de tomar alcohol a la semana, al mes y al año?

No es fácil ser dependiente del alcohol y desear cambios de inmediato, pero un grupo de investigadores de la University College London aseguró que en tan solo una semana pueden notarse mejorías pequeñas.

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Foto EDH / Pixabay

Por Diana Orantes

2020-08-17 12:12:04

El exceso de bebidas embriagantes causa estragos en el organismo, pero dejar de tomarlas por 24 horas o un par de meses, semanas o en un año tiene efectos positivos.

Sin embargo muchas personas creen que estos cambios serán poco visibles, como quien hace ejercicio y quiere marcar sus pectorales en un día. La realidad es que suena más realista hacerse la idea de empezar a dejarlo por al menos un mes, que eliminar el vicio para toda la vida.

La clave está en cómo te imagines a ti mismo en el futuro cercano. No es fácil ser dependiente del alcohol y desear cambios de inmediato, pero un grupo de investigadores de la University College London aseguró que en tan solo una semana pueden notarse mejorías pequeñas, pero más sustanciales en un 30 días.

Por otro lado, el especialista en adicciones Bernardo Ruiz justifica que en “ningún caso hay que contar los días para volver a tomar otra copa. Lo peor es proponerse la iniciativa como un castigo”, según él esto solo frena el proceso de desintoxicación y anima a volver a emborracharse.

Según un doctor Niall Campbell, un experto en adicción al alcohol en el hospital Priory en el suroeste de Londres, los cambios son notorios y puede explicarlos través de una corta línea de tiempo.

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– Si vas a dejar el alcohol de una vez, en el lapso de las primeras 24 horas, habrá mucha resaca, sudoración, temblores y en casos graves convulsiones porque decidiste cortar de un solo tajo tu adicción.

– Si estás tratando de dejarlo moderadamente el organismo tendrá más tiempo para eliminar el alcohol y desintoxicarse. Poco a poco los niveles de azúcar en la sangre se normalizarán, sentirás una pérdida de peso a lo sumo 15 días después que empieces a dejar la bebida, adquirirás el hábito de tomar mucha agua constantemente —el alcohol es un diurético, o sea que estimula al cuerpo a perder líquidos y lo hace por medio del sudor, lo deshidrata demasiado y a cambio exige agua—, desparecerá el reflujo —cuando el ácido estomacal quema la garganta—, los riñones regularán bien su funcionamiento y filtrarán la sangre de forma adecuada, el sistema digestivo no se descompensará más por la gastritis y sus molestos síntomas, sistema inmunológico comenzará a fortalecerse y mejorará tu humor.

Foto EDH / Pixabay

En el lapso de una semana ganarás una excelente calidad de sueño y podrás tener siestas intermitentes por la noche. La revista científica Alcoholism detalló que ingerir cualquier dosis antes de ir a la cama quita el sueño, lo mantiene consolidado unas horas después, pero el resto del descanso experimenta constantes interrupciones.

En las próximas tres o cuatro semanas (un mes) la presión arterial va a reducirse porque las calorías que contiene el alcohol, además de aumentar el peso, eleva la presión. En cuanto a la piel, volverá a ser elástica y se detendrá el envejecimiento prematuro.

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En dos meses uno de los órganos más afectados directamente, o sea el hígado, se pondrá más saludable. Se desinflamará y comenzará a eliminar el exceso de grasa. Esto ocurriría si la función hepática no está muy afectada por el alcohol y su recuperación tardaría entre cuatro y ocho semanas. Esto es una buena noticia ya que al prorrogar la inflamación del hígado puede desarrollar la enfermedad del hígado graso, o sea cuando este órgano convierte la glucosa en grasa y sus células se llenan de grasa, lo cual derivaría en una cirrosos permanente.

En 12 semanas (un año) las células sanguíneas estarán renovadas. A consecuencia de ello, te sentirás con más energía y experimentarás bienestar general. Cuando hay una desbordante cantidad de alcohol en la sangre, las células se agrandan y transmiten una sensación de cansancio ya que no pueden transportar oxígeno a todo el cuerpo.