Aunque El Salvador no se encuentra entre el top ten de países con habitantes más sedentarios, sí es parte de los 31,1 % de personas en el mundo que dedican poco tiempo a la actividad física, practican algún deporte o hacen ejercicio con regularidad.
La cifra proviene de un estudio elaborado por la Carga Mundial de Enfermedades (GBD) publicada en la revista médica británica The Lancet, en la cual los países más afectados son Argentina, Brasil, España, Gran Bretaña, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Sudáfrica, Arabia Saudí, EE.UU. de Norteamérica y México.
Además la investigación detalló que más del 80 % de población adolescente del mundo no tiene un nivel suficiente de actividad física, ni uno de cuatro adultos.
Por fortuna la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha extendido una serie de recomendaciones en cuanto a intensidades y tiempos de ejercicio, según la edad del individuo y las eventualidades en su estado de salud:
– Para niños y adolescentes de 5 a 17 años de edad: Practicar al menos 60 minutos diarios de actividad física moderada o intensa. Que se diviertan y corran, si puede ser al aire libre, pues además así previenen el desarrollo de miopía.
– Para adultos de 18 a 64 años de edad: Practicar al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada, o al menos 75 minutos semanales de actividad física intensa, o una combinación equivalente entre actividad moderada e intensa.
– Estas recomendaciones también son válidas en personas mayores de 65 años. En particular, las personas con problemas de movilidad deben practicar actividad física para mejorar su equilibrio y prevenir caídas por lo menos 3 días a la semana.
“Empiece progresivamente a moverse y evite el sofá todo lo posible… camine un poco más cada día, desde pasear a andar con ligereza. Si ya realiza un ejercicio regularmente, enhorabuena. Como dice el refrán: mucho trato, poco plato y mucha suela de zapato”, indica el doctor Joan Soriano, quien comparte al cien por ciento la afirmación de que “la prevención es vida”.
Cifras
La meta de la OMS es que para el año 2025 se haya reducido la inactividad física en un 10 % a través de la implementación de políticas.
El ejercicio reduce el 45 % de riesgo de padecer diabetes, disminuye el nivel de azúcar en la sangre, la presión arterial, el colesterol malo y la capacidad del cuerpo para usar la insulina.
El ejercicio también reduce hasta el 17 % de las fracturas y previene la osteoporosis.