La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad que afecta las neuronas en el cerebro, el tronco cerebral y la médula espinal que controlan el movimiento de los músculos voluntarios, razón por la que los pacientes tienen más riesgo de presentar problemas respiratorios graves por el COVID-19, dado que los músculos que participan en la respiración podrían ya no funcionar normalmente.
“Cuando alguien padece una afección que produce parálisis o debilita el diafragma o los músculos del pecho o el abdomen, posiblemente no pueda expulsar las secreciones pulmonares a través de la tos y tenga dificultad para inhalar y llenar los pulmones del oxígeno que luego se distribuye al resto del cuerpo. Si usted sufre una discapacidad física, este es el momento de tomar más precauciones para protegerse contra este virus tan peligroso”, explicó la doctora Kristin Garlanger, fisiatra de Clínica Mayo.
La doctora Garlanger indicó que para evitar enfermedades hay que actuar con diligencia y hacer lo siguiente:
• Mantenerse hidratado para que las secreciones pulmonares sean menos espesas.
• Comer una alimentación sana y bien balanceada para favorecer el sistema inmunitario.
• Practicar tanto la respiración profunda como los “ejercicios para toser”, o sea, aquellas maniobras controladas que ayudan a toser y despejar los pulmones.
• Cambiar de posición con frecuencia y valerse de la gravedad para despejar los pulmones.
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A fin de protegerse uno mismo del COVID-19 y proteger a los demás, todos debemos cumplir con las siguientes pautas de las autoridades sanitarias:
• Lavarse las manos.
• Practicar la distancia social.
• Evitar tocarse la cara.
• Quedarse en casa en caso de enfermedad.
“A las personas con discapacidades físicas se les recomienda tomar más medidas de seguridad”, señaló Lisa Beck, profesional de práctica avanzada del Departamento de medicina física y rehabilitación de Clínica Mayo.
“Las pautas del CDC que hablan sobre mantener una distancia mínima de 1.80 metros con los demás son especialmente importantes cuando alguien usa silla de ruedas, porque la vulnerabilidad es mayor debido a que la cabeza queda más abajo de la de quienes están de pie y las gotitas que una persona infectada despide al toser, estornudar o hablar descienden hasta esa altura”, agregó Beck.
La doctora Garlanger y Lisa Beck ofrecen sugerencias respecto a la silla de ruedas, los planes para las personas que brindan cuidados y los dispositivos respiratorios.
Usuarios de sillas de ruedas
Deben tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
Mantener una distancia mínima de 1.80 metros con los demás, dentro de lo posible.
Lavarse la cara, además de las manos, después de estar en público y de conversar directamente con otras personas.
Usar a lo largo del día una solución antibacteriana para limpiar las superficies que se tocan con más frecuencia, como las ruedas, los frenos y los aros de propulsión. Con las sillas de ruedas motorizadas, hay que usar una solución antibacteriana para limpiar la palanca de mando y los demás controles, los apoyabrazos, la bandeja o cualquier otra pieza tocable.
“Si usa otros aparatos de ayuda, como andadores o bastones, también límpielos regularmente con productos antibacterianos”, añadió Beck.