¿Por qué las vacunas contra el coronavirus se inyectan en el brazo?

La razón de la aplicación del medicamento en esa zona del cuerpo ese trata de una combinación de razones fisiológicas y prácticas.

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La vacunación contra la Covid-19 en El Salvador inició el 17 de febrero pasado. Foto EDH / Archivo

Por Agencias - Enrique Carranza

2021-03-17 3:57:35

¿Te has preguntado alguna vez por qué las vacunas contra el coronavirus se inyectan en esa área del músculo conocido como deltoides, situado en el extremo superior del brazo?.

El doctor René Nájera, epidemiólogo y editor del sitio de educación para las vacunas History of Vaccines, del Colegio de Médicos de Filadelfia, en entrevista con BBC Mundo, explicó que la razón de la aplicación del medicamento en esa zona del cuerpo ese trata de una combinación de razones fisiológicas y prácticas.

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De acuerdo con Nájera, con vacunas como las del Covid-19 se busca la presencia abundante de tejido, o músculos, que permitan la activación de los anticuerpos contra la enfermedad.

"En el músculo hay mucha vascularización, mucha sangre, y eso hace que haya mayor presencia de células inmunes", señala.

El deltoides es el músculo grande situado encima del hombro recubriendo al resto de estructuras y que gracias a sus tres porciones es capaz de mover el brazo en diferentes direcciones, esto lo convierte en un músculo muy necesario para la funcionalidad del hombro.

"Esas células son las que pueden recoger la vacuna, ya sea el ARN mensajero en el caso de las vacunas de Moderna o Pfizer o el ADN por medio del adonovirus, en el caso de la de Johnson and Johnson y llevarlas a la célula donde se requieren", explica.

Algo similar ocurre con las vacunas china Sinovac y la rusa Sputnik V, que se administran en varios países de América Latina.

"En la vacuna contra el coronavirus se busca despertar las células T y las células B, que son las que atacan el virus. Estas células son como soldados que están en su fuerte, esperando la llamada, y el fuerte en el que se encuentran son principalmente los músculos", agrega.

El experto señala que esto hace que inyectarla directo a la sangre, como algunos sueros, no la haría efectiva, dado que allí no se encuentra la cantidad de células que hay en los músculos y el líquido de la sangre podría diluir rápido algunos componentes de la vacuna.

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Un estudio publicado en la revista de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. indica que la administración de las dosis en el área del deltoide "optimiza la inmunogenicidad (la activación de la respuesta inmune) de la vacuna" y "minimiza las reacciones adversas en el lugar de la inyección".

¿Es posible utilizar otras zonas del cuerpo?

De acuerdo con Nájera, otras partes del cuerpo, como los glúteos o los muslos, también podrían ser efectivas, dado que son zonas ricas en músculos.

El estudio de la Biblioteca Nacional de Medicina coincide en que, aunque tradicionalmente se pensaba que los glúteos eran un sitio apropiado para la vacunación, las capas de grasa presentes allí en algunas personas no contienen las células apropiadas que son necesarias para iniciar la respuesta inmune.

"El antígeno también puede tardar más en llegar a la circulación después de haber sido depositado en la grasa, lo que lleva a un retraso en el procesamiento de la respuesta inmunitaria", indica Najera.

Nájera señala que a nivel de logística, el antebrazo también resulta más práctico, dado que se perdería más tiempo si una persona se tiene que desvestir para ser vacunada.

Señala que cuando se requiere vacunar a la mayor cantidad posible de personas en el menor tiempo, como en una campaña de vacunación, el hecho de solo tenerse que levantarse una manga suele ser más efectivo, e incluso más práctico para muchas culturas, donde desnudarse puede ser visto como tabú.

Con información de bbc.com