Raúl Lara, oncólogo salvadoreño, aseguró que en El Salvador el cáncer más común es el de cuello uterino y su alta mortalidad se debe a la falta de atención que reciben las pacientes y los pocos recursos que el sistema de salud pública tiene para tratarlo, puesto que es un cáncer que se puede prevenir y curar.
“El cáncer más común para nosotros los médicos y el sistema de salud es el cáncer del cuello uterino. Es un cáncer prevenible y curable, sin embargo, arrebata a las mujeres de su núcleo familia y lo decapita (porque) aquí vivimos en un matriarcado desde siempre, la mujer es el ancla de todo hogar y el cáncer del cuello y la matriz es el cáncer de mayor frecuencia”, dijo en la entrevista de Frente a Frente.
Explicó que este no tiene ninguna relación con la genética, pero sí con la edad a la que se empieza la vida sexual, la variación de parejas sexuales o múltiples contactos con diferentes parejas y la higiene diaria de la mujer, también influye la cantidad de partos porque cada embarazo desgarra las paredes del cuello uterino.
También explicó que cada año mueren cerca de 6,000 salvadoreños en el país por cáncer. Además, cada año se tienen 13,000 casos nuevos y de estos dos terceras partes son pacientes con enfermedades avanzadas, lo que significa un costo mayor para el Estado.
“Acá cáncer es una palabra que lleva a sombríos recuerdos, a pena y dolor (…) el cáncer es una situación que no puede ser ignorada y más cuando se tienen los casos que claman por una respuesta y una acción efectiva. En nuestro país la mayoría de los pacientes tiene una muerte lenta y dolorosa, sin los recursos porque no existe y no se han puesto a trabajar”, dijo.
Lara aseguró que en El Salvador los cánceres más frecuentes en El Salvador son cérvix y mama en las mujeres. Mientras que en lo hombres el de próstata y en ambos sexos son colon, recto y estómago.
Aseguró que muchas muertes por la enfermedad se pueden prevenir con una consulta y diagnóstico temprano, pero que en el país hace falta educar e insistir en la prevención.
Lara explicó que el cáncer tiende a dar alertas tempranas cuando aparece, señaló siete aspectos a lo que se debe de poner atención:
Gastritis crónica o colitis crónica: “deben de ser investigados a fondo porque puede estar subyacente una enfermedad maligna, un cáncer”, dijo Lara.
Nódulos o tumores en cualquier parte del cuerpo, “uno tiene que investigarlos, puede ser que no sea cáncer, puede ser un ganglio inflamatorio por infección o un fibroma benigno”, explicó.
Úlceras o lesiones que no cicatrizan, “generalmente esto ocurre en la piel y mucosas del área orofaríngea. Cualquier úlcera que no cicatrice después de emplear los medios adecuados debe de investigarse”, puntualizó.
Tos y ronquera persistente, “después de tratarse una tos por dos semanas y no frena se tiene que investigar, puede ser una infección difícil de tratar de los bronquios, a lo mejor es algo alérgico pero debe de investigarse”, advirtió.
Cambios digestivos u orinaros, el especialista explicó que problemas de mala digestión, dispepsia, eruptos, reflujo ácidos pueden ser posibles alertas. Igual cambios en los hábitos para evacuar u orinar.
Sangramientos anormales: “No debe de sangrar nadie por ningún sitio, por ningún orificio y sin razón”, expresó.
Dificultad para tragar, explicó que este síntoma puede estar relacionado a un problema tumoral benigno o maligno.
Cambios en forma y tamaño de un lunar, puesto que puede deberse a un melanoma, que es uno de lo cánceres de piel más mortales que hay. “Los cáncer de piel todos se curan, excepto el melomano”, concluyó.