Abusar de filtros “rejuvenecedores” y “embellecedores” en fotos provoca daños en la salud mental, estudio lo afirma

El uso excesivo de retoques digitales en fotografías para lucir más joven o con otro aspecto puede provocar trastornos de autoestima y hasta depresión, así concluye una investigación del Boston Medical Center.

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Existen filtros y aplicaciones con las cuales se pueden retocar imágenes. El uso frecuente de estas puede ser contraproducente para la salud mental. Foto Pixabay

Por Osmín Monge

2019-11-30 10:47:36

La mayoría de “teléfonos inteligentes” hoy en día están provistos de herramientas digitales que ayudan a retocar fotografías. Muchos de esos filtros o aplicaciones están destinados, especialmente, para “rejuvenecer” o “mejorar” el rostro de las personas. Gracias a ellos se puede dar una apariencia más tersa a la piel, se eliminan las arrugas y hasta se afinan las facciones.

Todos conocemos a más de algún amigo o conocido que publica en sus cuentas de redes sociales infinidad de fotografías evidentemente retocadas con ese tipo de filtros. Generalmente, estos usuarios lucen irreconocibles, ya que en la vida real tienen una apariencia totalmente diferente.

“Tengo una amiga, de 49 años, que se esmera por borrarse todas las arrugas de la cara y las líneas de expresión. Su rostro se ve totalmente liso y falso. Un día me la encontré en un restaurante y se veía distinta a las fotografías que comparte en Instagram y Facebook. ¡No la conocía!”, expresa Aurora Montes, una maestra de educación media.

Los filtros “rejuvenecedores” y “embellecedores” crean, en quienes los usan, la expectativa de que deben ser perfectos. Foto Pixabay

Un estudio realizado en el Boston Medical Center en Massachusetts, revela que el uso excesivo de filtros puede dañar la salud mental. Según la investigación los daños van desde trastornos de autoestima hasta el trastorno dismórfico corporal, asociado al espectro obsesivo compulsivo.

El abuso de tales filtros genera una alteración de la realidad y la forma en la que ya se conoce el cuerpo. Y es que el más pequeño de los defectos físicos puede terminar convirtiéndose en una fuerte obsesión.

Según la investigación, últimamente el número de cirugías estéticas se ha incrementado en todo el mundo, debido a que muchas personas buscan tener los rasgos más parecidos a los que proporcionan los filtros embellecedores de los teléfonos móviles.

“Las personas que usan estos filtros crean la expectativa de que deben ser perfectos a toda hora. Los filtros dañan la salud mental porque a la larga la persona no acepta su aspecto físico”, refiere el estudio.

Los filtros faciales también pueden provocar episodios excesivos de adrenalina y de ansiedad. Foto Pixabay

Las causas de este trastorno aún no son claras, sin embargo, se cree que están en juego distintos factores como la genética y problemas neurológicos.

De acuerdo al estudio, no solo los filtros de “belleza facial” de lo teléfonos pueden dañar la salud mental, también pueden provocar ser nocivos los filtros de Snapchat, Instagram o de cualquier otro medio o red social.

Esos filtros también pueden provocar episodios excesivos de adrenalina y de ansiedad, los cuales podrían llevar a una depresión.