La mayoría de los casos de cistitis se producen cuando las bacterias que viven en el intestino o en la piel y que no causan daño llegan a la vejiga a través de la uretra (el conducto por el que se expulsa la orina), explican los especialistas del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.
Según el Centro de Información de la Cistitis, la bacteria Escherichia coli (E. coli) es la causante de la mayoría de las infecciones urinarias no complicadas (80%), en especial en la mujer.
“Se adhieren a los tejidos urinarios con sus fimbrias, evitando así que puedan ser expulsadas con la orina. Su hábitat natural es el intestino, pues forman parte de la flora intestinal y ayudan a la absorción de nutrientes”, añade el centro.
Sin embargo, algunas cepas desarrollan la capacidad para producir infecciones extraintestinales como la cistitis.
Ellas son más propensas
Las mujeres tienen más tendencia a sufrir infecciones urinarias y esto se debe principalmente a la propia anatomía femenina.
“La uretra de la mujer es mucho más corta que la del varón y esto hace que los gérmenes que se encuentran en el área perineal lleguen con más facilidad al interior de la vejiga”, señala Patricia Ramírez, miembro de la Unidad de Urología y Litiasis del Hospital Ruber Internacional de Madrid.
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No obstante, la cistitis también afecta a los hombres. La mayor incidencia en los varones se da a partir de los 50 años, que es cuando comienzan a aparecer los problemas de próstata.
“Aproximadamente a esa edad la próstata empieza a crecer y, en algunas ocasiones, a obstruir la uretra. Se pueden producir infecciones urinarias, ya que esa obstrucción impide el flujo normal de la orina causando residuos postmiccionales, que son un caldo de cultivo para las infecciones urinarias”, manifiesta la uróloga.
Identifica los síntomas
Para saber si se sufre una cistitis, es necesario aprender a identificar los síntomas.
Los especialistas de la Unidad de Urología y Litiasis del Hospital Ruber Internacional recuerdan que entre los más comunes están: la disuria o escozor a la hora de orinar, la necesidad de orinar con frecuencia y la sensación de no haber terminado de vaciar la vejiga.
También puede aparecer la denominada nicturia, es decir, tener que levantarse frecuentemente por la noche para orinar. Además, puede haber hematuria o sangrado en la orina.
“De producirse, debemos acudir cuanto antes al urólogo, porque la hematuria puede estar motivada por causas más graves que una infección urinaria y debe tratarse como signo de alarma”, advierte la doctora Ramírez.
Asimismo, los médicos del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido señalan que las mujeres no tienen que acudir necesariamente al médico cuando tengan cistitis, pues los casos leves suelen mejorar sin tratamiento.