El corazón es el órgano muscular encargado de bombear la sangre que lleva oxígeno a todas las células del cuerpo a través de los vasos sanguíneos, es por ello que cuando estos órganos dejan de funcionar, dan como resultado las enfermedades cardíacas.
Estas difieren de las cardiovasculares en el sentido que se desarrollan únicamente en el corazón y en los vasos sanguíneos; mientras que las otras ocurren en todo el organismo, como piernas, pulmones y cerebro.
Las enfermedades cardíacas causan la defunción de millones de personas, en efecto se han convertido en la principal causa de muerte por enfermedad, con mayores casos en el género masculino.
El riesgo de padecer una de ellas es por la falta de ejercicio, el hábito de comer poco saludable y el consumo excesivo de tabaco.
6 alimentos para cuidar la salud del corazón
Prevenir problemas cardiovasculares es sencillo, solo debes incorporar y mantener algunos hábitos de alimentación saludables. Con ello garantizas el disfrute de una vida plena y sin riesgos para tu corazón.
Así que cuando presentes desmayos, sientas dolor o presión en el pecho, dificultad para respirar, aceleración en los latidos del corazón y fatiga, es mejor que visites un cardiólogo para que te dé un diagnóstico a tiempo y no seas parte de la población con las siete enfermedades más comunes que se detallan a continuación:
Angina: Esta provoca dolor en el pecho porque el corazón no recibe la sangre ni el oxígeno que necesita, debido a la obstrucción en las arterias coronarias, por la acumulación de grasa o colesterol.
Esta enfermedad puede clasificarse en dos: estable e inestable; en la primera, la persona siente dolor al realizar ejercicio físico; en la segunda, el dolor aparece con mayor duración e inesperadamente cuando se está en reposo.
Infarto de miocardio: “Es una enfermedad provocada por el deterioro y la obstrucción de las arterias del corazón”, según el sitio web Cardio Alianza. A diferencia de la angina, este aparece de manera violenta y da como consecuencia la muerte de células cardíacas. Los síntomas son fuerte dolor y presión en el pecho bruscamente, molestias en la mandíbula, cuello y espalda; además de mareos intensos y sudoración.
Hipertensión: La presión arterial mide la fuerza ejercida de la sangre a las paredes de los vasos sanguíneos; y la hipertensión es el término para referirse a una presión alta. Al no ser tratada, ocasiona muchas afecciones médicas, como accidente cerebrovascular o insuficiencia renal.
Insuficiencia cardíaca: Esta enfermedad impide que el corazón tenga suficiente capacidad para bombear la sangre, en consecuencia la falta de oxígeno y nutrientes en el organismo. Esta puede ser crónica o aguda. La primera se manifiesta gradualmente, aumentando los síntomas en el tiempo; mientras que en la segunda se generan repentinamente.
Arritmia: Consiste en el latido irregular del corazón; esto ocurre cuando los impulsos electrónicos que regulan los ritmos cardíacos no funcionan adecuadamente. La arritmia cardíaca puede darse de dos maneras; la bradicardia, es cuando el corazón da menos de 60 latidos por minuto, es decir tiene un ritmo lento; por el contrario al ser más rápido, los latidos son mayores de 100 por minuto y se le denomina taquicardia.
Fibrilación auricular: Es un tipo de arritmia donde el corazón fibrila, es decir tiembla, provocando la formación de coágulos de sangre en su interior, porque “el vaciado de sangre de las aurículas pueden no ser normal”, según un artículo de Cardio Alianza.
Cardiopatía congénita: Es una anomalía congénita que presenta problemas en la estructura y funcionamiento del corazón, producidas durante el periodo embrionario. Esta enfermedad causa la muerte de muchos niños durante su primer año de vida. Y aunque no se ha detectado qué la provoca específicamente, los especialistas la relacionan a problemas genéticos.