La Organización Mundial de la Salud (OMS) es contundente: las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. Y cada año, registra más decesos relacionados con este tipo de afecciones cardiacas.
Para 2015, calculó que 17,7 millones de personas murieron por estas causas, lo que representa un 31 % del total de la tasa de mortalidad mundial.
En El Salvador, un total de 55,888 pacientes entre los 20 y 39 años de edad, recibieron atención por hipertensión esencial (primaria), en la Red de Establecimientos de Salud a nivel nacional, durante el 2017.
Las multivitaminas no aseguran la salud cardiovascular
Para los especialistas de la red del Baptist Health South Florida, en Estados Unidos, los casos de pacientes con arritmias y presión arterial alta en adultos jóvenes han aumentado durante los últimos 10 años. “… la fibrilación auricular (arritmia) es tal vez la más común y nunca se miraba en pacientes menores de 34 años. Ahora, lo estamos viendo”, informó el doctor Mario Pascual, electrofisiólogo del Miami Cardiac & Vascular Institute de dicha red hospitalaria, quien recientemente visitó El Salvador como el ponente principal del 39° Congreso Nacional de Cardiología.
El también médico cardiovascular manifestó que dicha tendencia es vista con mucha preocupación por los especialistas, ya que es una consecuencia directa de los estilos de vida poco saludables que predominan entre las nuevas generaciones.
No practican ejercicio de forma habitual, los índices de obesidad se han disparado, el consumo del cigarro no disminuye y los niveles de alcoholismo son cada vez más altos. Y si eso es poco, la adicción por la comida chatarra, la sal y el azúcar sigue imparable.
“Todo eso afecta la salud cardiovascular en los jóvenes y redunda en padecimientos tempranos de presión alta. Estamos viendo cada vez más, personas jóvenes con hipertensión”, manifestó el electrofisiólogo.
En este punto, hay que enfatizar que este padecimiento cardiaco es la puerta a una diversidad de complicaciones, que afectan de forma significativa la calidad de vida de los seres humanos (ver gráfica).
Por ejemplo, una presión alta mal atendida puede desembocar en un accidente cerebrovascular (ACV). “Los ACV también se han incrementado entre los adultos jóvenes y la arritmia aumenta los riesgos de padecerlos”, añadió Pascual.
Una arritmia es un ritmo cardiaco anormal, que se “produce cuando hay un problema con el sistema eléctrico que debe encargarse de que los latidos sean regulares. Con un sistema eléctrico dañado, su corazón puede latir demasiado rápido, demasiado lento o de manera irregular”, se explica en el sitio oficial del Miami Cardiac & Vascular Institute.
Hay que aclarar que algunos tipos de arritmia son congénitas, como la Wolff Parkinson White, una de las frecuentes en adultos jóvenes. Los pacientes nacen con un conducto accesorio que afecta la conexión eléctrica entre las cámaras superiores e inferiores del corazón. Esto provoca palpitaciones fuertes, desmayos, síncopes y a veces la muerte.
La hipertensión o presión arterial alta es un trastorno muy común. Según la Clínica Mayo, al padecerla, la sangre hace suficiente presión contra las paredes arteriales como para causar, eventualmente, problemas de salud, como enfermedades cardiacas.
La buena noticia es que, en lugares como la red hospitalaria Baptist Health Sout Florida, los especialistas están continuamente investigando nuevas tecnologías que faciliten la lucha contra estos padecimientos.
El doctor Pascual informó que en el Miami Cardiac & Vascular Institue se está implementando un proceso de ablación para hacer una cicatriz pequeña dentro del corazón, a través de la cual se ubica el lugar del cortocircuito que genera la arritmia. “… Muchos pacientes que antes no tenían opciones, ahora nosotros podemos curarles la arritmia”, afirmó el especialista.
También están utilizando nuevos marcapasos sin cables, en forma de pequeños tubos, que son colocados desde la ingle. “No tienen cables, solo la batería, que es la que controla todo dentro del corazón”, explica el portavoz. Esta tecnología ha beneficiado a los pacientes con procesos más cortos, menos riesgos de complicaciones y mínimas posibilidades de contraer una infección.
Pascual comentó que en Latinoamérica, es en Argentina y Brasil donde ya se han comenzado a utilizar esta nueva tecnología. “En El Salvador, hay un gran interés. Los cardiólogos con los que he hablado en este congreso tienen mucha energía y una actitud muy positiva”, puntualizó Pascual.