Cuando el calor agobia, el primer pensamiento de muchos es una cerveza. Imaginan la botella o el vaso “sudados”, con espuma, fríos al tacto, mientras el dorado y amargo líquido se desliza por la garganta mitigando la sed…
Sin embargo, ese simple deseo o el hecho de beberse una o dos cervezas, todavía es visto por muchas personas como algo pecaminoso y poco saludable, que las hace sentir culpables.
No obstante, la ciencia se ha encargado de despejar esas dudas, confirmando que mientras se consuma de forma moderada, esta bebida milenaria aporta beneficios a la salud.
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La cerveza es fácil de mezclar y ofrece toda una variedad de opciones. Sorprende a tus amigos con estas preparaciones.
Los siguientes son algunos de ellos:
1. Reduce el riesgo de accidentes cerebrovasculares
Los estudios realizados por la Harvard Medical School y la American Stroke Association han demostrado que las personas que beben cantidades moderadas de cerveza pueden reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares hasta en un 50%, en comparación con los no bebedores.
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Los accidentes cerebrovasculares isquémicos son el tipo más común de accidente cerebrovascular. Ocurren cuando un coágulo de sangre bloquea el flujo de sangre y oxígeno al cerebro. Sin embargo, cuando bebes cerveza, tus arterias se vuelven flexibles y el flujo sanguíneo mejora significativamente.
Como resultado, no se forman coágulos de sangre, y el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular disminuye.
2. Ayuda a fortalecer los huesos
La cerveza contiene altos niveles de silicio, un elemento que promueve el crecimiento óseo.
Un estudio realizado en la Universidad de Tufts en Massachusetts en 2009 estableció que las personas mayores que bebían diariamente uno o dos vasos de cerveza tenían una mayor densidad ósea y, por lo tanto, eran menos propensas a fracturas que aquellos que no la bebían.
Por otro lado, el estudio también encontró que consumir más de esa cantidad incrementa el riesgo de fracturas óseas.
3. Reduce el riesgo cálculos renales
En 2016, investigadores finlandeses, dirigidos por el doctor Tero Hirvonen del Instituto Nacional de Salud Pública de Helsinki, hicieron un estudio detallado de 27,000 hombres de mediana edad para concluir que “se estima que cada botella de cerveza consumida por día reduce el riesgo en un 40%” de desarrollar cálculos renales.
Los autores del estudio observaron que tanto el agua como el alcohol encontrados en la cerveza aumentan el flujo de orina y la diluyen, lo que reduce el riesgo de formación de cálculos.
Además, los compuestos en el lúpulo que se utiliza en la elaboración de cerveza ayudan a disminuir la liberación de calcio de los huesos, evitando su acumulación en el riñón en forma de cálculos.
4. Reducen el riesgo de ataques al corazón
Un equipo de investigación de la Universidad de Scranton en Pensilvania descubrió que las cervezas oscuras y las cervezas fuertes pueden reducir la incidencia de ataques cardíacos.
Se sabe que la aterosclerosis, cuando las paredes de las arterias se llenan de colesterol y otras sustancias grasas, causa problemas cardíacos, pero el doctor Joe Vinson, profesor de química y autor principal de un estudio de 2000, reveló que la cerveza puede reducir el riesgo de esta enfermedad hasta en la mitad.
Por otro lado, un estudio realizado por la Fondazione di Ricerca e Cura, de Italia, descubrió que las personas que bebían medio litro de cerveza al día tenían un 31% menos de posibilidades de padecer enfermedades cardíacas. Este poder de protección del corazón de la cerveza proviene en gran parte de los antioxidantes naturales de la cerveza, llamados fenoles. Sin embargo, el estudio también mostró que el riesgo de enfermedad cardíaca aumentaba en las personas que consumían mayores cantidades de cerveza.
5. Ayuda a proteger contra la enfermedad de Alzheimer
Tal vez uno de los beneficios de salud más notables de la cerveza es su capacidad de proteger contra el Alzheimer. Investigadores de la Loyola University Chicago Stritch School of Medicine analizaron varios estudios y llegaron a la conclusión de que los bebedores moderados de cerveza tenían un 23% menos de probabilidades de desarrollar diferentes formas de demencia y deterioro cognitivo, incluido el Alzheimer. Se cree que el contenido de silicio en la cerveza protege al cerebro de los efectos nocivos de altas cantidades de aluminio en el cuerpo, que son una de las posibles causas del Alzheimer.
Otra teoría sugiere que los conocidos beneficios cardiovasculares del consumo moderado de alcohol, como el aumento del colesterol bueno, también pueden mejorar el flujo sanguíneo en el cerebro y, por lo tanto, el metabolismo cerebral.