Puede que hoy en día hablar de ser madre primeriza a los 40 años parezca una tendencia de moda. Lo cierto es que cada vez son más las mujeres que deciden postergar la maternidad por diversas razones. Sin embargo, aunque no resulte algo imposible, es necesario tomar en cuenta tanto aspectos de salud físicos como emocionales.
Aunque se espera que una mujer de 40 años tenga madurez y estabilidad emocional, la edad no es sinónimo de ninguno de esos aspectos.
Y es que por muy consciente y decidida que esté una mujer para adentrarse a la maternidad, nadie sabe a ciencia cierta a qué se va a enfrentar y mucho menos a saber qué emociones nos producirá las demandas y exigencias de la maternidad.
Es importante saber que el sueño se altera por completo, que es posible que durante los primeros seis meses el bebé no duerma seguido toda la noche y que una vez comience a gatear y a caminar será necesario ir tras él y estar alerta, explica un artículo publicado en el sitio abcdelbebe.com.
Lo más probable es que si se opta por tener un hijo a los 40 es porque la decisión se haya tomado a consciencia, y en ese sentido, lo más seguro es que la madre tenga claras las concesiones que se debe hacer, porque el cuerpo no es el mismo a los 20 que a los 40, por eso es bueno acompañar la maternidad a esta edad con un buen cuidado físico de ejercicio y buena alimentación. Ese niño que ha llegado al mundo necesita, como todos los hijos, una madre sana por muchos años, expone el artículo.
Control riguroso
En primera instancia todo se centra en la condición física de la madre. Resulta indispensable revisar la tensión arterial, el colesterol, los niveles de azúcar y estar en el peso ideal, entre otros aspectos.
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“Conforme aumenta la edad también lo hacen los riesgos, uno de los más comunes o con mayores posibilidades es que el bebé presente Síndrome Down, para una paciente de 30 años el riesgo o la posibilidad es de una en mil y en una mujer de 40 años es de una en 100. Otro riesgo es que los óvulos son más grande y también tienen más dificultades para ser fecundados”, explica un artículo publicado por el informador.mx
Con respecto al peso, el mismo artículo señala que al ser mayor de 35 años, es importante cuidar el peso y no presentar obesidad ya que este es otro factor que complica la gestación.
Beneficios de la maternidad tardía
Según un estudio elaborado por la University College London se encontró que los beneficios emocionales son:
Los hijos de mujeres mayores de 40 tienen una mejor salud física y emocional debido a un mejor cuidado y atención que reciben, comparados con los hijos de madres en los 20.
Casi un tercio de los niños es menos propenso a ser ingresado en un hospital antes de los tres años de edad.
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El desarrollo del lenguaje de niños con madres más maduras es mejor, y; los conflictos entre padres e hijos se reducen a mayor edad de la madre.
Según los autores del estudio, esto se debe en parte a que las madres mayores tienen más recursos económicos, experiencia y estabilidad que las madres más jóvenes.