Sandra Sánchez, a la cabeza de una comunidad de emprendedores

Buscaba comercializar sus productos, pero enfrentó muchas desilusiones. Eso la llevó a crear “Chivísimo”, una tienda que apoya emprendimientos locales.

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Por Betty Carranza

2020-03-24 4:20:38

Es licenciada en Informática, pero su hobby es la cocina, tanto que estudió para chef y ahí nació la idea de su emprendimiento. Sandra Sánchez inició elaborando una línea de productos integrales, como snacks y galletas, fabricados con ingredientes de alta calidad. Un buen proyecto que pronto encontró tropiezos.

Empezó distribuyendo sus productos en varios lugares, “pero no en todos nos entregaban el dinero o no vendían el producto adecuadamente o no los tenían en una manera apropiada”, reflexiona.

Al buscar soluciones para este obstáculo, surgió la idea de “crear una tienda, que diera un servicio integral y completo para emprendedores salvadoreños que quisieran distribuir y comercializar sus productos”, afirma Sandra.

Así, hace tres años y medio nació “Chivísimo, tienda local”, ubicada en el centro comercial Masferrer, justo frente al redondel que lleva ese mismo nombre.

La tienda distribuye y vende distintas líneas de productos, en variedad de marcas, como accesorios, alimentos, calzado e indumentaria.

Más allá del éxito comercial

Si bien la misión de la tienda es vender, “no somos una simple tienda, ni un simple convenio de emprendedores, sino que somos una comunidad”, con la visión de promover un crecimiento conjunto, explica Sandra.

En este sentido, “Chivísimo” ha abierto sus puertas a colectivos, equipos comunitarios, fundaciones y organizaciones que trabajan con diferentes grupos sociales y que elaboran algún tipo de producto para su autogestión. “Les apoyamos en la tienda, brindándoles el espacio de comercialización de sus productos y buscándoles apertura de mercado”, aclara.

Como ejemplo, enumera algunos colectivos con los que ha trabajado, como personas que viven en comunidades con problemas de violencia, personas con discapacidad, madres solteras y gente que ha salido de la prostitución.

Totalmente identificada con estas causas y con estos colectivos, Sandra analiza cuáles son los obstáculos más difíciles: “Empoderar a las mujeres, que las mujeres nos la creamos. Que crean que sí pueden salir adelante, ese sí ha sido un gran reto”, analiza la microempresaria.

Por ello, su consejo, sobre todo para las mujeres, es “que no se rindan. Las situaciones siempre se van superando, primero poniendo a Dios en el camino y siendo persistentes, con tenacidad para sacar todo adelante”, señala.

Como ejemplo de esa tenacidad y firmeza de lucha, Sandra mira a su madre, Rosa de Sánchez.

Sandra cuenta que fue una de las primeras niñas que debió ser operada de corazón abierto en el país. Esos momentos fueron muy difíciles para la familia, pero su madre Rosa fue firme en librar grandes batallas. “Admiro mucho a mi mamá, porque supo llevarme y cuidarme como tenía que hacerlo”, recuerda agradecida.