Seguro pasas muchas horas en la cama. La limpieza y la textura de tus sábanas y tus fundas de almohada tiene una gran importancia en tu rutina de belleza.
Y es que la ropa de cama, si no está limpia, puede provocar que tu piel absorba restos de productos del cabello, maquillaje, ácaros y células muertas.
Una adecuada limpieza y los mejores tejidos ayudarán a que tu piel se mantenga fresca y descansada.
Recuerda que pasamos un tercio de nuestra vida en la cama (idealmente debemos dormir ocho horas al día), así que una de las tareas importantes del hogar debería ser la limpieza semanal de las sábanas y fundas de almohada. Piensa en la saliva, el sudor, la caspa, los restos de maquillaje o productos de cabello que quedan sobre ellas.
Según la página WebMD, cada día botamos 500 millones de células de piel. Y muchas de ellas quedan en la cama. Ese material se va acumulando y sirve de alimento a los ácaros. Cuando la limpieza no es frecuente, estos bichos y sus excrementos pueden exacerbar las alergias, el asma y causar comezón.
Además, pueden crecer gérmenes. En un artículo de WebMD, revisado por la doctora Hansa D. Bhargava, se menciona que pruebas de laboratorio confirmaron que fundas de almohada que no habían sido lavadas en una semana tenían 17,000 más colonias de bacterias que muestras tomadas de un asiento de inodoro.
Además del lavado semanal de la ropa de cama, se recomienda lavar las almohadas al menos dos veces al año, asegurándose de que queden bien secas, pues un relleno húmedo es perfecto para la proliferación de hongos.