Hay muchas maneras para tratar la ansiedad y la depresión. Bastante se ha dicho de ambos padecimientos en estudios, conferencias e investigaciones y más. Los expertos ahondan en las maneras de dar una solución, un aliciente o cómo encauzar las emociones para sobrellevar el diario vivir.
Sin embargo también recomiendan las actividades manuales como una forma de terapia. Así lo expone el el sitio web especializado en temas de comportamiento “Rincón de la Psicología”, en su artículo “Recuperar las actividades manuales: Un remedio contra la depresión y la ansiedad en nuestra época”.
En El Salvador cada año se contabilizan más de 6,000 casos de trastornos mentales
Según el Ministerio de Salud, se registran 11 suicidios por cada 100 mil habitantes.
El objetivo es que la persona entregue toda su atención a algo diferente y cultive la creatividad. A continuación algunas actividades sugeridas y por qué podrían ser tan beneficiosas.
– Cocinar: la idea es hacerlo a conciencia y si es posible disfrutarlo. La combinación de aromas, sabores y texturas estimula los sentidos, libera el estrés y deposita nuevas ideas para concentrarse. Según una encuesta de Reino Unido el 80 % de pacientes aseguraron que cocinar les ayudó a relajarse. También por ello los psicólogos estadounidenses lo aconsejan.
– Tejer: esta acción puede generar mucha dopamina, endorfinas y serotonina en el organismo. Las tres ayudan a sentirse mejor, más feliz y relajados. Tejer puede tener los mismos efectos que hacer meditación mindfulness debido al alto nivel de concentración que requiere. Al contrario, el cerebro se relaja y disfruta.
– Colorear: un claro ejemplo es dibujar y colorear mandalas porque la mente se deshace de los pensamientos negativos y los reemplaza por imágenes agradables a la vista. Volver a usar los colores como en la escuela es efectivo para personas con estrés postraumático. El Northwestern Memorial Hospital reveló que llevar a cabo esta actividad al menos una hora al día mejora notablemente el estado de ánimo cuando se está enfermo.
– Hacer jardinería: estimula los sentidos, despeja la mente y permite conectarse con la naturaleza. Cuando un individuo se rodea de plantas el cerebro cambia y activa un estado de calma y bienestar.
