¿Puede existir el “porno ético”? Europa dice que sí

La tendencia, impulsada por Suecia, se enfatiza en una industria donde prevalecen las medidas de higiene y seguridad, donde los actores sienten atracción real por sus colegas, donde existen condiciones equitativas y más. ¿Qué sabes al respecto?

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Foto Por Shutterstock

Por N. Méndez

2019-06-03 12:43:42

Para algunos parece una idea descabellada, para otros es una forma de revolucionar la educación sexual.

La pornografía es un tema espinoso y de vieja data. En la década de los 70, esta industria tomó más fuerza gracias a la cinematografía y al espíritu de libertad que se vivía, definiendo ese momento como la “Revolución sexual”.

Entendida como todos aquellos materiales (literatura, fotografías, videos, esculturas, pinturas) que representan actos sexuales o eróticos con fin de provocar una excitación sexual, el porno también se ha ido transformando a raíz de los cambios culturales. Y Europa es el máximo ejemplo de ello.

De acuerdo con el rotativo El País, Suecia ha sido el país pionero en “impulsar la educación sexual a través de la industria del cine para adultos”. Pero a él se ha sumado Alemania con una iniciativa que, para muchos, sería pasmosa y chocante: el alcalde de Berlín, Michael Müller, incluyó en el presupuesto destinado al cine berlinés un monto para el “porno ético”.

Foto retomada de Pixabay.com/ StockSnap.

Pero ¿de qué trata esta tendencia?

En definitiva es la antítesis del porno común y dominante. En esta corriente prevalecen medidas de seguridad e higiene, que los artistas siempre se sientan cómodos y que exista una atracción real entre ellos, si no: no se filma. Además, en esta industria los actrices y actores cuentan con las mismas condiciones salariales. Pero un punto clave son las producciones hechas por y para mujeres, “anulando el papel dominante del hombre blanco que cosifica a la mujer”.

Y es que aunque no se quiere observar así, el papel de la pornografía es fundamental en la educación sexual. Según información de la Asociación Psicológica Estadounidense, entre el 50 % y 99 % de los hombres consumen pornografía, las mujeres de un 30 % a un 86%. Y la edad promedio de los jóvenes que se acercan a este rubro es entre los 9 y 14 años, según datos del sitio online Pornhub. Ante tales números, es evidente que el contenido “influirá en la sexualidad de los adolescentes y condicionará la calidad de sus relaciones durante su vida adulta”, de acuerdo con El País.

Por ello, Europa considera que el “porno ético” puede contribuir a una vida sexual más sana.

El terapeuta matrimonial y autor de “El porno de él, el dolor de ella”, Marty Klein ha señalado que si el porno se pone en perspectiva y se usa como una fantasía adjunta puede ser beneficioso.

Y si se suma a esta corriente alternativa, los espectadores se enfrentarán a perspectivas más amplias del deseo, el placer, la belleza, el respeto y el lenguaje sexual como actividad erótica.