Nahuizalco, un pueblo de delicias y tradiciones

Esta localidad de raíces indígenas ofrece a los turistas mucho colorido, costumbres y una oferta gastronómica muy variada 

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elsalvador.com

Por Osmín Monge

2016-03-03 8:00:00

Hablar de Nahuizalco es hablar de cultura, coloridas artesanías, viejas tradiciones, arraigadas costumbres y deliciosa comida.

Este pueblo del departamento de Sonsonate tiene un encanto único, el cual hace que toda aquella persona que lo visite por primera vez regrese a él en más de una ocasión.

Si usted llega en la mañana a Nahuizalco será testigo del pujante comercio, el cual se pone en evidencia en el pintoresco mercado y sus alrededores.   Ahí verá como decenas de mujeres, muchas de ellas vestidas con refajos, ofrecen sus productos. Verduras, flores, granos básicos, petates y artesanías son algunas de las mercancías que venden los pobladores.

No se  puede visitar este pueblo sin darse una vuelta por las ventas de artesanías; la mayoría de ellas se ubican en los alrededores del parque.  En estos negocios puede comprar adornos para el hogar y accesorios hechos con madera,   mimbre, carrizo y tule, entre otros materiales.

Si su deseo es conocer un poco de la historia de esta municipio, una buena opción es visitar el Museo comunitario Nahuatl Pipil. Este lugar cuenta con tres salas, una de ellas dedicada a la exhibición de piezas arqueológicas.

De jueves a domingo la remodelada y ornamentada plaza central se alegra con las cadenciosas notas de una marimba, que pone a bailar a más de alguno.

En tiempo de cuaresma, usted puede ser testigo de procesiones y rituales religiosos propios de la época.

Al esconderse el sol  puede visitar el mercadito nocturno, donde encontrará una oferta gastronómica muy variada, deliciosa y a buen precio.