Ahora, los ojos del mundo también están puestos sobre Kamala Harris, la recién electa vicepresidenta de los Estados Unidos. La primera vicepresidenta del país norteamericano. La primera mujer senadora de raíces indias-jamaicanas-estadounidenses en la historia de la misma nación. Y también una de las primeras mujeres de este Estado en ignorar las reglas de la vestimenta política tradicional.
Harris ha sido retratada, durante su carrera política, con un estilo que las revistas de moda califican como “working girl”: trajes sastre, conformados por pantalones de pitillo y blazers con centros de colores sobrios, pero lo innovador de los looks de esta jurista es que los zapatos de tacón los ha reemplazado por zapatillas deportivas, específicamente por los famosos Converse.
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Sí, esta abogada ha decidido dejar los stilletos o los kitten heels para ocasiones mucho más formales y se enfunda los tenis la mayoría del tiempo, y así lo hizo durante toda la campaña presidencial. Una de las imágenes más sorprendentes fue la que se captó en septiembre pasado, cuando Harris descendió de un avión en el estado de Wisconsin, no con zapatos de tacón, si no con unas zapatillas Converse All Star negras. Una decisión que la revista Vogue calificó como positiva y de mucha seguridad.
“Corro por los aeropuertos con mis zapatillas Converse. Tengo toda una colección de Chuck Taylors: un par de cuero negro, un par blanco, tengo del tipo que no encajan, del tipo que encajan, del tipo que uso cuando hace calor, del tipo que uso en clima frío, y el tipo de plataforma para cuando llevo un pantalones sastre”, confesó en una oportunidad la ahora vicepresidenta.
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Este estilo contrasta rotundamente con las tendencias que han definido a la actual primera dama estadounidenese, Melania Trup, quien incluso fue duramente criticada por haber lucido un outfit que rondó los $20,000 el día de las elecciones. El conjunto elegante y refinado estaba conformado por un vestido Gucci con estampado de cadenas, gafas Gucci y un par de zapatos de charol beige Christian Louboutin y un bolso Hermès Kelly.
Otra muestra de sobriedad y mesura a la hora de vestir es que esta reconocida exsenadora repite sus trajes, algo que no parece importarle. Quizá Harris esté enviando un mensaje de querer pasar desapercibida desde la perspectiva fashionista y que sopese su trabajo político; lamentablemente “el contenido de los guardarropas de las mujeres políticas siempre ha sido objeto de mucho interés y discusión.
