Eva Hinds, la arquitecta salvadoreña que rompe paradigmas

La reconocida profesional recibió la distinción Arquitecta del Año 2021 de El Salvador. Dicho nombramiento es fruto de su dedicación y esfuerzo, reflejados en cada uno de sus proyectos.

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Eva es una de las arquitectas más destacadas de El Salvador. Foto: Cortesía Eva Hinds

Por Osmín Monge

2021-11-18 10:54:17

Eva Hinds suma otro importante logro a su exitosa carrera. Hace una semana recibió la distinción Arquitecto del Año 2021 de El Salvador. Dicho reconocimiento fue entregado por el Colegio de Arquitectos de El Salvador (CADES), en un acto sin precedentes que se llevó a cabo de manera virtual.

Horas previas a la ceremonia del nombramiento oficial, la galardonada tuvo un encuentro con elsalvador.com, donde habló de su formación académica, del surgimiento de su pasión por la arquitectura, de su emoción ante tal reconocimiento y de otros detalles del arte y la técnica de diseñar, proyectar y construir edificios y espacios.

La reconocida profesional reveló que su admiración y su gusto por la arquitectura nació en ella cuando era una niña, que fue su padre, Enrique Hinds, quien la motivó a apreciar ese arte.

“Mi papá tenía muchísimo interés por la arquitectura; siempre ha sido un aficionado de ella. Desde chiquita me acuerdo haber visto en casa libros de Mies van der Rohe, Le Corbusier... Nos hablaba de arquitectura. Nos llevó a ver la Casa de la cascada de Frank Lloyd Wright en Pensilvania, para apreciar su arquitectura”, comenta Eva.

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Asimismo, recuerda que desde pequeña tenía una percepción diferente de las residencias y edificios que ella imaginaba y que luego plasmaba en dibujos.

“Desde niña dibujaba casas, pero las hacía seccionadas; creo que ya tenía cierta comprensión espacial. Fue hasta los 16 años que comencé a considerar estudiar arquitectura”, manifiesta.

Eva dice que fue en su adolescencia que decidió dedicarse de lleno a la arquitectura y que tal determinación la tomó movida por su pasión.

“Decidí irme más por lo que me apasiona que por una carrera fácil y que me pudiera dar una remuneración económica. Y es que la arquitectura es una carrera difícil y no muy bien remunerada”, acota la profesional.

Eva es una de las arquitectas más destacadas de El Salvador. Foto: Cortesía Eva Hinds

Tras graduarse de bachillerato Eva tenía pensado iniciar sus estudios superiores de arquitectura en la Tecnológica de Monterrey (TEC), sin embargo, para ello debía esperar algunos meses. Para aprovechar el tiempo decide estudiar un semestre en la UCA y así poder adelantar con su carrera. Pero, luego optó por quedarse en El Salvador y trasladarse a la Universidad Albert Einstein; lo hizo ya pensando más en el diseño.

Mientras estudiaba su primer semestre en esa universidad salvadoreña comenzó a trabajar con una reconocida firma, en la cual, rápidamente fue ascendida al puesto de jefa del departamento de arquitectura. Un tiempo después se trasladó a otra compañía, donde adquirió nuevos conocimientos y donde puso en práctica lo que hasta ese momento había aprendido.

Estando en esa empresa y mientras cursaba estudios superiores se casó. Junto a su esposo tuvo que viajar a Bogotá, donde continuó estudiando en la prestigiosa Universidad de los Andes.

“A esta universidad es bien difícil entrar, sobre todo si uno no ha estudiado desde el principio en ella. Pero lo logré. Como ley, uno tiene que entrar al quinto semestre, más adelante no se puede. Considero que no retrocedí, fue un adelanto. Fue una experiencia buenísima estudiar en esa universidad”, manifiesta.

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Tras graduarse con honores en 1999 regresa a El Salvador y comienza a trabajar con Mitzuko Matasol. Ambas se asociaron e hicieron crecer el pequeño estudio donde trabajaban. Luego se pasaron a un local más grande.

“Después nos separamos; ella se fue a la parte de interiorismo y yo a la parte de arquitectura. Eso fue en 2003. Y allí comencé a crecer”, manifiesta Eva.

Ese mismo año Hinds junto a su esposo fundan “EMC Arquitectura”, la cual dirigió hasta finales del 2018, fecha en la que crea su estudio “Eva Hinds Arquitectura”.

Los proyectos de Eva y su equipo tratan de adaptarse y de aprovechar las condiciones topográficas de cada lugar. Foto: Cortesía Eva Hinds

Dicha firma surge con el objetivo de crear espacios sensibles al entorno, conectados a la identidad y experiencia de quienes lo habitan. La empresa actualmente cuenta con el apoyo de un grupo de profesionales de la arquitectura y el diseño que se caracterizan por su creatividad, profesionalismo e innovación.

A lo largo de su profesión, Eva ha tenido la dicha de estar al frente de importantes proyectos, cosechar un sinfín de logros y de recibir múltiples reconocimientos, tanto a nivel nacional como internacional, entre ellos el Gran premio en la VII Bienal de Arquitectura y Urbanismo de El Salvador (BAUES, 2006); Primer lugar en la IX BAUES (2010) en la categoría de proyectos no construidos por el proyecto “Casa Club El Encanto” y en la categoría vivienda por el proyecto “Casa MC”; Primer lugar en la X BAUES (2012) en la categoría “proyectos no construidos” por el proyecto “Cardedeu”.

A nivel internacional, el equipo de EMC Arquitectura fue finalista en el World Architecture Festival en el año 2015 en la categoría “edificios religiosos construidos” por el proyecto “Cardedeu”. Posteriormente, en el año 2017 la firma resultó ganadora del concurso de diseño máster plan por el proyecto “Villa Nanah” (Guatemala); durante ese mismo año, en el World Architecture Festival del año 2017, EMC Arquitectura clasificó como finalista en la subcategoría de Villas dentro de la categoría “edificios terminados” con los proyectos  Hour House (2016) y 13 cielos (2017).

Gracias a su excelente trabajo y a su idea de romper paradigmas, fue que Eva recibió una de las distinciones más importantes de su carrera: “Arquitecta del año”

¡Felicidades! Cuéntenos un poco de esta nueva distinción

Es la del Arquitecto del Año, que da el Colegio de Arquitectos de El Salvador, CADES, que se entrega en reconocimiento a la trayectoria de un arquitecto. Y para nosotros es un honor. Para mí no solo es un premio personal, sino para mi equipo que ha sido espectacular, no solo el equipo que tengo ahora, sino todos los colaboradores que he tenido en el tiempo y gente con la que hemos trabajado y que ha sido espectacular. Me alegro un montón que ahora me den este reconocimiento. Estoy agradecida con mis clientes que han confiado en nosotros.

¿Cómo recibió la noticia?

Vine a El Salvador el martes (9 de noviembre), porque estoy viviendo en Barcelona. Porque cada cierto tiempo vengo a ver los proyectos. Me vine casi directo a la oficina. Tuve un día lleno de reuniones, fui a ver una obra y cuando regresé y estábamos reunidos en la oficina recibí una llamada. Y era Eleonora Sol, presidenta del CADES, para decirme que me habían elegido la Arquitecta del Año 2021.

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¿Tenía sospechas de tal reconocimiento?

No. Sí me habían dicho que me habían considerado, pero me cayó de sorpresa la noticia.

¿Qué sintió en ese momento?

Me sentí supercontenta. El premio, por supuesto, se lo agradezco al CADES porque ha reconocido el trabajo de toda la gente que labora conmigo, pero lo que más me ha dado alegría y me ha puesto muy feliz son todas las felicitaciones y la calidez de la gente. Eso es lo que me ha dado más satisfacción.

Eva afirma que el reconocimiento no es solo para ella, sino para el equipo de profesionales. Foto: Cortesía Eva Hinds

Son evidentes las razones por la cuales usted recibe esa nominación, pero ¿cuáles cree usted que son los méritos que la hicieron merecedora de ese galardón?

Creería que más que decir una obra en específico, he luchado desde el principio por hacer una arquitectura sincera, no necesariamente la arquitectura que la gente estaba esperando desde el principio. Me he esforzado por mejorar y abrir el camino de la arquitectura en El Salvador y de reconocer la importancia del diseño. Cuando comencé a trabajar en 1999, no teníamos mucho tiempo de haber salido de la guerra, la costumbre era que un despacho si quería sobrevivir como arquitectos también debía construir. La mayor parte eran las dos cosas. El diseño en sí no se pagaba, quedaba entre los costos de la construcción.

Cuando empecé dije que no quería construir, toda mi energía y mis recursos los quería dar al diseño. Hubo quienes me dijeron ‘es un gran ideal, pero no vas a sobrevivir’. Para mí es una gran satisfacción haber abierto ese camino y haber luchado para que el diseño sí se reconozca.

¿Qué distingue su trabajo con el de otros?

Cuando comenzamos a trabajar había un montón de paradigmas. Comenzamos a preguntar cómo debían ser los espacios y a quitar los paradigmas. Decidimos comenzar a explorar cosas nuevas y a hacer lo mejor en nuestro clima. Por ejemplo, aquí había muchísimos proyectos que no hacían el mejor uso de las ventilaciones cruzadas para poder tener espacios menos calientes. Creo que comenzamos a abrir esa tendencia de romper paradigmas y a realmente diseñar con base en lo que es mejor para el cliente, el terreno y a una realidad específica. Ahora, con el tiempo ya podemos ofrecer otras cosas, como es una gran experiencia que se va dando y que nunca acaba. El arquitecto es como el doctor, se van dando nuevos materiales, pero uno va aprendiendo de cada construcción y se va actualizando.

Actualmente podemos ofrecer lo que ofrecen oficinas internacionales; trabajamos con proyectos internacionales.

La reconocida arquitecta es la creadora de maravillosas obras. Foto: Cortesía Eva Hinds

Una de las características de su trabajo es la adaptación a las condiciones topográficas de sus proyectos. ¿Qué nos dice al respecto?

En lo posible, cuando el cliente nos lo permite, nosotros pensamos que entre menos se cambien los niveles de un terreno es mejor. Hay formas de hacer el proyecto superinteresante, ocupando esos niveles y los árboles a nuestro favor.  Mi tesis en Bogotá fue sobre un proyecto escalonado en una montaña. Y nos encanta trabajar así, en sacarle el mejor provecho a lo que tenemos.

Eva ¿cuál es para usted el concepto de arquitectura?

La arquitectura no solo es algo que se pueda ver o que funcione, es algo que tiene que crear emociones, es algo que vivimos y que nos afecta en nuestro humor y en nuestra calidad de vida.

Es un arte que puede impactar vidas y despertar emociones. No hay nada que me haga más feliz que un cliente me diga ‘es tanta la emoción que tengo en mi casa u oficina que ya no quiero ni salir’. Está en nosotros, los arquitectos, que ese impacto sea positivo.