TikTok ha marcado las tendencias de la conversación digital durante los últimos meses, algo impensable hace un tiempo cuando vivíamos en el reinado de Instagram. La controversial aplicación de vídeos ha mostrado a los internautas cómo auto maquillarse, preparar el famoso café coreano, realizar bailes atrevidos y un sinfín de actividades más.
Ahora nos trae una nueva prenda viral gracias a Lirika Matoshi, diseñadora nacida en Kosovo, radicada en Nueva York. Su propuesta de moda empezó a circular en septiembre del año pasado pero se ha hecho viral en las últimas semanas. El vestido en cuestión ha enamorado a todos. La prenda está realizada con capas y capas de tul rosa, en largo midi, mangas abullonadas, se anuda a la cintura con una delgada laza, su escote es en ‘V’ y las románticas aplicaciones de fresas brillantes han creado todo un objeto de deseo.
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La popular prenda ha conquistado a usuarios en todas las redes sociales. Ha tenido una aparición en el videojuego Animal Crossing. El vestido no se escapó de convertirse en meme, los internautas imaginaron al cantante Harry Styles utilizándolo. La modelo Tess Holliday asistió a la gala de los Premios Grammy con el diseño de Matoshi, siendo esta una de las primeras apariciones públicas del vestido.
La controversia
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La modelo estadounidense, catalogada como una de las modelos de talla grande más importantes del mundo, protagoniza una de las polémicas del momento al publicar nuevamente la fotografía de hace ocho meses acompañada de un texto que no ha pasado desapercibido: “Me gusta cómo este vestido me puso en las listas de peor vestidas cuando lo usé en enero para los Grammy, pero ahora porque un grupo de personas delgadas lo usan en TikTok, a todos les importa. En resumen: nuestra sociedad odia a los gordos, especialmente cuando estamos ganando”. Una reflexión que invita a pensar sobre un tema que siempre abre debate: la mujer, el cuerpo y las redes sociales.
Más allá de por su obvia belleza, el vestido de Matoshi presenta una amplia variedad de tallas que van desde la XS, hasta una XXXL. Este dato juega a favor de la diseñadora, ya que no pone límites a las figuras femeninas para lucir su prenda.