Una buena parte de personas alrededor del planeta ya vistió su casa de Navidad. Colocó un par de luces, sacó el árbol de la bodega y colgó otras decoraciones en paredes y ventanas, todo para disfrutar la calidez del hogar esta temporada.
En medio de toda la fantasía de las luces y decoraciones, se te ha ocurrido pensar en el impacto que todos estos adornos tienen en nuestro planeta. La salvadoreña Andrea Osorio, Toxicóloga Ambiental y Educadora Ambiental se ha dado a la tarea de explicar esto de forma clara y precisa. La experta compartió a través de su cuenta de Twitter (@lasustennial) algunos datos y cifras que nos ayudan a responder dicha interrogante. “Pues es una respuesta compleja y voy a tomar un análisis científico para que lo podamos analizar y comencemos a tomar una mejor decisión en nuestras decoraciones durante estas fiestas”, comenta Andrea.
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Según un análisis de ciclo de vida que compara a un árbol de Navidad natural con uno artificial, se estudiaron las diferentes fases del ciclo de vida de un árbol y el resultado del más sostenible con 61% menos de impacto ambiental es el natural, afirma la educadora ambiental. “El mayor impacto del árbol natural es el transporte de la plantación al lugar de uso (33%). Y el árbol artificial es su proceso de fabricación (93%). Ambas opciones tienen impacto ambiental y ninguna es perfecta, para eso está la opción de crear árboles con materiales reutilizables”, agrega en su publicación.
Según Andrea el 95% de los arboles naturales se mueren, ya que no están en el clima adecuado para su desarrollo, pero estos pueden ser reciclarlos para utilizarlos como abono orgánico. ¿Reutilizar un árbol de Navidad artificial es más sostenible? Según la experta sí lo es, para que esto ocurra el árbol sintético tendría que ser utilizado por el mismo propietario por toda su vida.
Los resultados muestran que en las cuatro categorías de impacto ambiental el árbol natural es que el que causa menor daño ambiental, excepto en la calidad de ecosistemas que es mucho mayor que la del árbol artificial, y en cuanto a su impacto en la salud humana están en el mismo nivel. Con lo cual Andrea concluye que un pino natural sería la mejor opción para decorar tu casa esta temporada por su menor grado de impacto en el ambiente.
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Según un informe de la organización británica Carbon Trust, un árbol natural que acaba convertido en astillas para carpintería o es quemado como leña tiene una huella de carbono de 3,5 kg de CO2. Si el árbol termina descomponiéndose en un vertedero, su huella aumenta significativamente a 16 kg.
La huella de carbono de un árbol artificial, es bastante mayor, hasta de 40 kg de CO2, por lo que resultaría más sostenible siempre que fuese reutilizado por, al menos, 12 años, en comparación a uno natural que termina convertido en astillas.
Algunas ventajas sobre el árbol natural versus el artificial
El árbol de plástico generalmente proviene de países lejanos como China, lo que aumenta la huella de carbono generada por el transporte. Por su parte un árbol natural, suele ser de viveros cercanos, lo que reduce esta huella. Mientras el árbol natural ha sido criado, ha funcionado absorbiendo CO2, y lo continúa haciendo en los hogares.
Una vez nos deshacemos de ambos tipos de árboles navideños, el natural es biodegradable y puede usarse para compostaje, generando muy poco CO2. El de plástico, genera mucho más CO2 en su proceso de reciclaje, ya que contiene derivados del petróleo y sin su correcto reciclado, tardaría cientos de años en degradarse.
A la hora de elegir un árbol natural asegúrate que proviene de un vivero con el fin de comercializarlos, y evitar los que se han cortado sin control en la naturaleza, por ejemplo en bosques vírgenes. En El Salvador existen algunos viveros que disponen de este tipo de árboles específicamente destinados a estas fechas.
Mejor si el árbol natural ha sido criado y se vende en maceta, ya que algunos pueden sobrevivir y después de las fiestas se pueden trasplantar. El porcentaje que sobreviven a la Navidad no llega al 10%, pero éstos se han de aprovechar.
Otras acciones para una Navidad más amigable con el planeta
Andrea Osorio también señala otras acciones que podemos considerar para tener una Navidad con menos impacto en el planeta. La experta en toxicología ambiental sugiere que se utilicen luces led a la hora de montar las decoraciones, pues estas ocupan 90% menos de electricidad, lo que significa que no solo estás ayudando al medio ambiente y al Planeta, sino que también alivias tu bolsillo. “Eso es una doble ganancia para nosotros en esta época”, sostiene Andrea.
La educadora ambiental también fomenta el uso de elementos naturales como “ramas secas o piñitas” dentro de las decoraciones navideñas; sino también se pueden usar las decoraciones que tienes de años pasados. No es necesario comprar algo todos los años.
Las bolsas reutilizables, las canastas de mimbre u otro material, son otra alternativa para entregar los regalos esta temporada. Además pueden tener otros usos después de ser regaladas. También puedes tratar de hacer tu propio papel de regalo, ya sea con papel reciclado o papel periódico, toallas, ropa o retazos de tela que se conoce como “furoshiki”.