“Naomi Campbell vuelve a casa”, así lo comentaron los críticos de moda londinenses. La modelo británica regresó a desfilar para la casa de modas, tras once años sin pisar la pasarela de Alexander McQueen. La top model de los noventa ha vuelto a Londres para cerrar el desfile de la colección “Ready-to-Wear” para la primavera 2022 de dicha firma. También para la marca es una bienvenida tras los meses de pandemia pues se trata de la primera vez desde hace 18 meses que Sarah Burton presenta una colección en formato presencial.
Han pasado 20 años desde que se llevó a cabo un espectáculo de McQueen en suelo británico; Lee (Alexander) McQueen lo llevó a París a principios de los años 2000, en gran parte por razones comerciales. Pero ahora, el momento no podría ser mejor para reiniciar. Para su primer desfile en un año y medio, Sarah se apartó del calendario oficial de la semana de la moda y colocó a McQueen en una órbita propia, después de todo, es una marca británica con un estudio y oficinas en Londres, y un equipo de diseño que busca constantemente preservar la artesanía británica y celebrar el estilo inglés.
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Para la especial ocasión, la directora creativa de Alexander McQueen escogió un espacio idílico de la ciudad. Su desfile tuvo lugar en las alturas, en una cúpula suspendida entre nubes, en la terraza de un edificio y contó con la presencia de celebridades como Emilia Clarke, Vanessa Kirby o Lara Stone.

La colección presentada por Sarah se inspiró, tal y como avanzaba el escenario de este desfile, en el cielo. Los tonos cambiantes en delicados degradados: del azul al naranja para pasar después al negro, se imprimieron en vestidos con vuelo, abrigos desestructurados y faldas de tul. Un estilo romántico pero con los aires góticos que empapan el sello McQueen y que experimenta además en esta colección con los volúmenes extremos a través de mangas abullonadas y hombreras.

“Me encanta la idea de que la mujer McQueen sea una cazadora de tormentas”, explicó Sarah Burton a medios internacionales tras el desfile. Una colección electrizante que no se mantiene al margen de las tendencias y que busca, como el resto de firmas que han vuelto a la pasarela, volver a emocionar al público.

Los impresionantes estampados de esta colección son fotografías que se tomaron desde los tejado del estudio. Increíbles vistas de Londres, desde la Catedral de San Pablo hasta el London Eye saturan las prendas. Los estampados también capturan la formación y coloración de las nubes; desde el amanecer hasta el anochecer, documentando los patrones cambiantes, desde cielos azules claros hasta cielos más turbulentos.

“La persecución de tormentas no solo se trata de la belleza de las vistas, sino también de una sensación de misterio y emoción acerca de aceptar el hecho de que nunca podemos estar seguros de lo que sucederá después. Dejar el control y estar en contacto directo con lo impredecible es ser parte de la naturaleza, verla y sentirla en su forma más intensa, ser uno con un mundo que es más grande y más poderoso que nosotros ”, agregó Sarah. ¿Qué podría ser más británico que un día lluvioso?

Sarah Burton transitó el camino correcto para el histórico regreso a casa de la marca. Hace 20 años, la moda era una industria muy diferente. Hoy en día, se necesita un enfoque más humano y más considerado para hacer y mostrar ropa hermosa. “Colaboración y comunidad”, es como concluyó Sarah.

