Las celebraciones traen consigo mucha alegría, diversión, sonrisas y, por supuesto, comida por doquier. Lo que ingieras en esta temporada festiva repercute en tu organismo. La grasa y algunas toxinas buscan donde salir, y a veces el rostro es ese canal. De ahí que surgen las espinillas o los barros.
Por otro lado son recurrentes los desvelos debido a las fiestas familiares, con los amigos o la pareja, y pese a descansar muy poco en la noche cada día necesitarás lucir espectacular.
Los artículos de belleza también han impactado al ecosistema. Ante la alarmante situación, el rubro comienza a explorar la "belleza verde", aquella que busca el respeto ecológico y la protección del usuario.
Así también el cambio de clima, de un sitio cálido a otro fresco, y los fuertes vientos afectan el cutis dañándole, ensuciando y alterando la elasticidad de la piel.
Para que tu rostro sobreviva a todo lo anterior hay que practicar una rutina de belleza basada en mascarillas. Estas se hacen con ingredientes básicos que todos tenemos en casa y otros que se consiguen en el supermercado.