Las cejas se llevan anchas, gruesas, arqueadas y contundentes y mejor tatuadas con técnicas tan efectivas como el “shading” y “microblading” como han puesto en práctica muchas actrices e ‘influencers’.
En los últimos tiempos han adquirido protagonismo, pero es fundamental un buen diseño para lucir una mirada perfecta.
“Un buen diseño es vital ya que cambia notablemente el gesto y el rostro”, asegura Anabel Gornés, quien recuerda que, “al margen de las tendencias, una ceja fina puede envejecer, lo mismo ocurre si tienen una separación excesiva”.
Una buena ceja rejuvenece, abre el ojo, se debe trabajar hasta conseguir un resultado natural al margen de plantillas y formas prediseñadas, “las cejas son hermanas, no gemelas”, puntualiza Gornés.
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Cada vez son más las personas interesadas en que sus cejas luzcan perfectas y es tan sencillo como tatuarlas pelo a pelo para disimular cicatrices, corregir asimetrías o rellenar pequeñas calvicies.
Más naturales
En los últimos tiempos han surgido centros especializados en el diseño de cejas, y específicamente en Europa ya se trabaja con una nueva técnica en la que se combina el “shading” -sombrear la zona depositando de forma manual un pigmento en la capa basal de la epidermis- y la “micropigmentación” -que consiste en introducir pigmentos de color en la capa más exterior de la piel-, y que ofrece resultados espectaculares.
El nuevo método, “shading combo”, una mezcla entre ambos, es un paso más en la micropigmentación que garantiza un resultado natural y favorecedor.
El proceso comienza por un análisis del rostro en el que un experto marca el diseño de la ceja respetando la expresión natural de la misma. A continuación define la forma, corrige las irregularidades y dejan que hablen por sí solas para que no pierdan su personalidad.
Esta técnica sigue un protocolo cien por cien manual.Primero se dibuja pelo a pelo la forma de la ceja siguiendo los remolinos y formas naturales.
Después se sombrea con la técnica del shading, es decir “rellenando y trabajando combinaciones de pigmentos para obtener el tono e intensidad deseados”, explica Gornés a efeestilo.com.
Otro aspecto importante en esta nueva práctica es que no se utilizan tintes, sino pigmentos. “Como no contiene metales el tono escogido no variará cuando se oxide ni se aclarará con el tiempo, algo que sucede con el tatuaje y otras técnicas de micropigmentación”.
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Este método es apto para todos, salvo mujeres embarazadas y lactantes o personas que estén en proceso de quimioterapia o radioterapia, hemofílicos o los que padecen cicatrización queloide.
“Es una técnica que no duele y los cuidados posteriores son sencillos, similares al de cualquier pequeña herida en la piel”, explica Gornés.
Tras realizar la técnica, se puede volver de inmediato a la vida cotidiana, aunque es necesario aplicar unos productos para el cuidado de las cejas en casa.
De cuatro a siete días después del tratamiento, comienza a bajar la intensidad de los pigmentos hasta un 60% por efecto de la regeneración de la piel.
Tras cuatro semanas, dependiendo de cada caso, “se necesita un retoque”, reconoce Gornés, quien asegura que los resultados del tratamiento duran entre seis y nueve meses.
Tanto para unas cejas irregulares, como despobladas o, simplemente, para conseguir unas cejas más definidas, este tratamiento garantiza un resultado natural y favorecedor.