En alguna parte de nuestra educación, algo salió mal… Al querer formar el autocontrol, muchas de nosotras hemos omitido, ocultado e ignorado a nuestro propio cuerpo, anulando así gran parte de nuestro potencial. Has pensado:
– ¿Cuántas veces, sabiendo que tu cuerpo requiere nutrientes, cedes a comer comida chatarra?
– ¿Qué tan seguido te desvelas, consciente de que a la mañana siguiente te sentirás demasiado cansada para funcionar?
– ¿Cuándo fue la última vez que te propusiste iniciar una dieta, ir al gimnasio, retomar la rutina de ejercicio, y lo lograste?
– ¿Cuándo fue la última vez que te sentaste o recostaste lejos de cualquier estímulo, simplemente para respirar, o reconectarte con tu cuerpo?
Soy miembro de ese club, me cuesta trabajo dedicar unos instantes de atención, respirar, reconectarme. Por eso quiero compartirte una de las herramientas que, como mujer, me ha permitido hacerlo.
Las mujeres somos cíclicas, cada mes a lo largo de nuestra vida fértil (desde la pubertad hasta la menopausia), el cuerpo femenino revive el ciclo de la vida. Conocer y seguir este ciclo, graficándolo de una forma objetiva, me ha permitido aprender acerca de mí, y mi forma de interactuar con el mundo.
¿Qué puede aprender una mujer de sus ciclos menstruales?
1. A evaluar su salud ginecológica y su fertilidad ¿Sabías que ciertos patrones en el sangrado menstrual pueden indicar condiciones tan diversas como hipotiroidismo o endometriosis? Durante toda la carrera me dormía, hasta que descubrí algo que ningún doctor hasta entonces me había buscado: hipotiroidismo.
Lo descubrí con tan solo graficar lo que ocurría en mi cuerpo cada mes.
2. A facilitar el diagnóstico de algunas condiciones femeninas Descubrí el hipotiroidismo y pude tratarlo, los cambios en mi cuerpo no se hicieron esperar, desde mi estado de ánimo hasta los marcadores biológicos que confirmaban que, mes a mes y con el tratamiento necesario, estaba controlando esa condición y sanando.
3. A comprender cambios en su estado de ánimo Ahora sé que en un par de días probablemente me sentiré profundamente desanimada, y que esa sensación pasará. Sabré que, si en un par de semanas se me antoja comer muchos dulces, es natural en mi cuerpo, podré preparar mi despensa con botanas ricas y saludables.
4. A planear la próxima ida a la playa sin sorpresas Puedo reconocer los periodos naturalmente fértiles e infértiles. Ello incluso me permitió decidir, con pleno conocimiento y libertad, un método de planeación familiar natural, ecológico y seguro.
Conocerme en esta nueva dimensión me permite fluir, dejar ser, darle a mi cuerpo el espacio que necesita cuando lo necesita. Como todo, este aprendizaje es un proceso inacabado. Aún me cuesta ser consciente de lo que mi cuerpo requiere y dárselo.
Por eso busco mantener todas las herramientas que me permitan conocerme y quererme. No soy un alma encerrada en un cuerpo, mi cuerpo es parte de quien soy. Recuerda, nadie ama lo que no conoce, ¡atrévete a descubrir lo maravillosa que es tu naturaleza!