Los caminos para excitar a alguien son muchos. Lo que para unos será una completa delicia, para otros quizá sea algo incómodo. Cada ser humano tiene diferentes maneras de disfrutar las relaciones sexuales, lo que sí es cierto es que hay zonas erógenas en común.
Orejas, cuello y frenillo (zona en la que se une el prepucio por debajo del pene), a parte de —indudablemente— los genitales, son algunas de las áreas más erógenas para el hombre. Pero también están los pezones, esa zona asociada casi exclusivamente con la mujer.
De acuerdo con un estudio de la US National Library of Medicine and National Institutes of Health, el 52 % de los hombres afirmaron que “la estimulación de los pezones causa o mejora su excitación sexual”.
Este porcentaje revela que en la cama los pezones masculinos no deben pasar por alto. Son una enorme cantidad de vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas en dicha zona lo que permite que el hombre sienta una descarga significativa de fogosidad.
“Para muchos hombres, jugar con los pezones es una necesidad para llegar al orgasmo. Para otros, el simple acto de estimular los pezones puede hacer que lleguen a un clímax sin igual”, explicó el sexólogo Carlos Cavazos a la revista Cosmopolitan.
Lastimosamente, esta zona masculina ha estado relegada porque en realidad está más asociada a la mujer y a su función de amantar. Además, según Cavazos, no todos los hombres sientes placer cuando sus pezones son estimulados, algunos sienten irritación, cosquillas o dolor.
Pero si tu chico sí siente placer, pues intenta estos dos trucos recomendados por los sexólogos:
1. Colócate sobre tu pareja y pasa tus dedos por el área de su pecho. Evita justamente los pezones al inicio y pasa suavemente tus yemas en su abdomen, hasta llegar al ombligo. Sube nuevamente y que tus dedos entren en contacto con sus pezones y ve cómo responde.
2. El experto en sexo Coltrane Lord recomienda tener una cajita con una variedad de juguetes que brinden placer en esta área en específico: plumas, hielo, aceite, una cuchara. Utilízalos para tocar, pellizcar e incluso lamer esta zona erógena.
3. Se recomienda frotarlos en un patrón circular, hacia adelante o hacia atrás.