La desintometría ósea es también conocida como prueba o examen de densidad mineral ósea y es la clave para determinar el estado actual de tus huesos.
De acuerdo con el ortopeda Ricardo Enmanuel Olmedo Baratta, esta prueba clínica mide la densidad de los huesos, y sirve para detectar si hay osteoporosis, determinar los efectos del medicamento que el paciente ingiere para controlar esta enfermedad y para predecir riesgos de fracturas.
Quienes deben prestar mayor atención a este examen son las mujeres, especialmente cuando están a las puertas de comenzar su período de menopausia.
“Lo que se pretende descubrir es cómo esa fase afectó sus huesos. Las mujeres son por lo general más volubles a padecer osteoporosis y por eso deben ponerse en control lo más inmediato posible”. La edad ideal para que ellas realicen su primer examen de desintometría es de los 50 años en adelante.
En el caso de los hombres se puede realizar a partir de los 70 años en adelante, puesto que la pérdida de las hormonas masculinas o andropausia es tardía.
Es necesario repetirlo al menos cada dos años para conocer qué tan propensa está una persona a padecer una enfermedad los huesos o para monitorear la evolución de una enfermedad.
El procedimiento para realizar la desintometría ósea es muy sencillo y no provoca dolor.
Conoce el procedimiento y la lectura de los resultados
La desintometría ósea se realiza a través de una dosis baja de rayos X. El procedimiento es sencillo y no hace falta desvestirse. El paciente se mantiene acostado sobre una mesa, mientras el scanner pasa sobre él.
Existe una segunda forma de desintometría ósea, es la periférica, pero que a juicio del ortopeda Olmedo Baratta no es muy aconsejable si se desea tener un diagnóstico certero de la densidad ósea.
La desintometría central: el examen correcto para conocer el estado de los huesos es una desintometría central. “Ésta sirve para explorar dos sectores del cuerpo en la que predomina cierta calidad de hueso”, explicó Olmedo Baratta. Las áreas son la columna lumbar y la cadera.
“En la columna lumbar se examinan los huesos trabeculares o esponjosos, que constituye el 20% del esqueleto. Con una muestra de los huesos de la columna se puede conocer el estado de los demás huesos trabeculares”, indicó el experto.
El otro sector del cuerpo que se examina con la desintometría son los huesos de la cadera o corticales. Éstos son sólidos y densos, constituyen el 80% del esqueleto y son los huesos largos.
“De este modo se exploran dos tipos de hueso diferentes: el esponjoso y el sólido. Y obtenemos dos parámetros que son muy importantes. En las mujeres durante la menopausia lo que más pierden es hueso trabecular”, dijo Olmedo Baratta.
Porcentaje de desintometría ósea: la densidad de los huesos se mide por porcentajes de perdida ósea, hay un elemento llamado T Score, que permite leer los resultados del examen y obtener un diagnóstico. “Cuando el T Score está entre cero y menos uno significa que el paciente está sano. Cuando está entre menos uno y menos dos punto cinco existe osteopedia, es decir una debilidad en la densidad de los huesos y cuando el T Score apunta de menos dos punto cinco hacia abajo significa que la persona tiene osteoporosis”, explicó.
Factores de riesgo para desarrollar la osteoporosis
La osteoporosis es una enfermedad que hace los huesos más porosos y frágiles, lo que facilita las fracturas.
Los individuos que son más vulnerables a padecer osteoporosis son aquellos que previamente han sufrido una fractura provocada durante la realización de actividades normales, aquellos que tienen artritis reumatoidea crónica, alguna enfermedad renal o trastornos alimenticios, los que sufren de menopausia precoz, fuman y beben mucho alcohol o tienen antecedentes familiares con osteoporosis.
También los que han experimentado aplastamiento vertebral en la espalda, lo cual significa pérdida significativa de la estatura, y quienes siguen un tratamiento hormonal para cáncer de mama o próstata.
Qué comer para tener huesos sanos
Para tener huesos sanos y fuertes es necesario seguir una dieta alimenticia que incorpore en gran medida la vitamina D y el calcio. Se les puede encontrar en los lácteos y el salmón, que además es bajo en grasa; espinaca, porque contiene hierro, fibra y vitamina A. En el yogur, cereales y cítricos como la naranja.
