Enchufa la procesadora de alimentos, busca tus cortantes favoritos y estarás listo para hacer galletas de queso, deliciosas como merienda o como crocantes compañeras para ensaladas y sopas.
Esta simple receta requiere queso cheddar suave; sin embargo, prueba hacerla con cheddar blanco, fuerte o queso tipo Colby, suave y semiduro.
La cantidad de especias se puede adaptar a tu gusto. A los jóvenes cocineros les va a encantar el resultado.
Sugiero estirar la masa hasta obtener el grosor de una pizza y utilizar cortantes de distintos tamaños. Si tienes buen pulso, puedes cortar triángulos o cuadrados parejos con una rueda para cortar pizza.
Pincha la masa con un tenedor antes de hornearla. Esta receta rinde 4 docenas y media de galletas pequeñas y tiernas.
Hornéalas un poco más para obtener galletas crocantes. Pueden ir al refrigerador en una bolsa o recipiente herméticos.
GALLETAS CASERAS DE QUESO
Ingredientes:
1 1/3 taza de harina común.
1 cucharada de sal fina.
1 cucharada de ajo disecado.
1cucharada de cebolla disecada.
6 cucharadas de mantequilla fría cortada en cubos.
8 onzas (o 2 tazas) de queso cheddar rallado.
2 yemas.
2 cucharadas de agua.
Procedimiento:
Forrar una placa para horno con papel antiadherente para horno. En un procesador de alimentos, colocar la harina, sal y ajo y cebollas disecados y pulsar.
Agregar la mantequilla y el queso y mezclar hasta lograr una mezcla homogénea. Agregar las yemas y el agua y seguir mezclando hasta que se forme un bollo.
Amasar un poco. Dividir la masa en dos y colocar entre dos trozos de papel encerado. Estirar con un palote hasta lograr el espesor de una pizza.
Cortar las galletas y colocarlas en la placa para horno. Enfriar en el refrigerador durante 15 minutos.