Por mucho tiempo, este sofisticado platillo francés ha tenido la mala fama de ser uno de los más difíciles por el tipo de preparación que lleva. Sin embargo, los resultados pueden ser espectaculares, siempre y cuando se sigan algunas reglas básicas a la hora de elaborarlo.
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Lo primero es leer bien la receta y asegurarte de que has comprendido las indicaciones. Si tienes dudas igual puedes buscar tutoriales en Internet que te dejen más claro el procedimiento.
- En el soufflé el aire es sumamente importante, pues es lo que hace que se infle y tenga ese aspecto tan sencillo pero elegante. Para esto es clave el batido rápido de las claras, por ello no hay nada mejor que utilizar una batidora eléctrica y mejor si el tazón es de metal, de acuerdo con el portal masterclass.com.
- Para hornearlos nada mejor que un molde de cerámica grande o algunos ramekin en caso de que hagan individuales.
- Para lograr un buen batido, los huevos tienen que estar a temperatura ambiente. Como complemento, no dudes en utilizar cremor tártaro.
- De acuerdo con Masterclass, el molde engrasado "necesita una capa texturizada para ayudar a que la masa se agarre a los lados del molde y suba". Por ello se suele usar azúcar en las preparaciones dulces y miga de pan o parmesano en los soufflés salados.
- El horneado debe hacerse de preferencia en una bandeja en la parte más baja del horno.
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- Por su parte, thespruceeats.com confirma el mito de que si se abre el horno mientras se cocina un soufflé puede provocar que este se hunda. También asegura que poco después de salir del horno, un soufflé comenzará a hundirse lentamente. Por lo mismo, debe llevarse a la mesa lo antes posible.