Cuando nos dicen vitamina C, las primeras frutas en las que pensamos son los cítricos. Y entre estos, las naranjas destacan por su delicioso sabor y porque pueden comerse frescas o en diversas preparaciones, como panes, jaleas, platos de pollo, vinagretas, bebidas y una gran variedad de postres.
Las recetas pueden requerir la pulpa, la ralladura o el jugo de la naranja o pueden requerir los tres. La ralladura es la cáscara exterior y proporciona un sabor cítrico aromático que se puede utilizar para realzar el sabor de muchos alimentos y bebidas. dulces y salados. Solo cuida de que no lleve nada de la parte blanca, pues tiene un sabor amargo.
Una de las ventajas de esta refrescante fruta es que una de tamaño mediano tiene solo unas 62 calorías, pero además está repleta de nutrientes como potasio y ácido fólico, además de que aportan cantidades más pequeñas de calcio, magnesio, vitamina A y vitaminas B.
Por otro lado, es rica en fibra, que apoya la función digestiva, ayuda a regular los niveles de insulina y azúcar en la sangre, aumenta la sensación de saciedad e incluso puede contribuir a un sueño saludable, según el portal Health.
Compra y conservación
– A la hora de adquirirlas, selecciona las que estén firmes y pesadas para su tamaño, esto es un indicativo de que contienen más jugo.
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– Evita las que tengan manchas o que estén dañadas, arrugadas o mohosas. La cáscara debe ser bastante lisa y puede tener un ligero color verde o una mancha marrón áspera, que no afectará la calidad de la naranja.
– Puedes almacenarlas a temperatura ambiente hasta por 7 días. Eso las hace más jugosas que si se almacenan en refrigeración, aunque en este se conservan hasta por dos semanas. En este caso tampoco deben envolverse.
– Si por cualquier motivo decides guardarlas en una bolsa de plástico, déjala abierta o hazle algunas perforaciones para que pueda circular el aire. Esto es necesario para evitar que la humedad quede atrapada y cree moho.
– De acuerdo con el blog recipetips.com, el jugo de naranja almacenado en un recipiente hermético en el refrigerador retendrá hasta el 90% de su vitamina C hasta por 6 o 7 días. De preferencia, déjale siempre un poco de pulpa para agregar sabor extra.
Bizcocho de naranja
Ingredientes:
3 huevos grandes.
3/4 taza de azúcar en polvo.
1 1/3 taza de harina para todo uso.
1/2 cucharadita de polvo de hornear.
2/3 taza de mantequilla con sal derretida.
1 naranja grande, el jugo y la ralladura.
Preparación
Precalienta el horno a 350 ° F y engrasa un molde para pan de 10 x 4.5 pulgadas.
En un tazón grande, bate los huevos y el azúcar hasta que estén pálidos y esponjosos.
Cierne la harina con la levadura en polvo, y agrégala a la mezcla de los huevos. También añade la mantequilla derretida y mezcla bien. Luego agrega el jugo de naranja y la ralladura. Combina bien los ingredientes y vierte la masa en el molde.
Hornea durante 40 minutos o hasta que al introducir un palillo de madera este sale limpio. Luego retira del horno, deja enfriar y sirve.
Consejo: puedes darle tu propio toque a la receta agregando chispas de chocolate, canela, nueces o arándanos.
Pollo a la naranja
Ingredientes:
1 libra de pechuga de pollo cortada en cubos.
1 huevo.
1 cucharada de salsa de soya light.
Un chorrito de vino de arroz chino.
3/4 taza de maicena.
Para la salsa
2 dientes de ajo.
2 tazas de jugo de naranja.
3 cucharadas de salsa de soya baja en sodio.
1/4 taza de azúcar.
1/2 cucharada de pasta de chile rojo picante.
Una cucharadita de vinagre de arroz.
La ralladura de media naranja.
Una cucharada de maicena disuelta en 2 cucharadas de agua.
Aceite vegetal.
Para decorar
Semillas de sésamo.
Cebollín.
Preparación
Coloca el pollo en un bol. Añádele la salsa de soya, el vino de arroz y el huevo. Mezcla bien, tápalo con papel film y déjalo macerar en la refrigeración durante 30 minutos.
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Pasado ese tiempo, saca el pollo y rebózalo bien con la maicena. Puedes rebozar los trozos uno a uno o echar la maicena directamente en el bol sobre el pollo, luego revolver bien.
Después fríe el pollo en aceite bien caliente, deja que doren bien y retira. Coloca las piezas fritas sobre papel de cocina para que absorba el exceso de grasa. Reserva.
Para la salsa, calienta un chorrito de aceite vegetal en una sartén y sofríe los ajos hasta que suelten su aroma, pero no permitas que se quemen. Luego añade el jugo de naranja, la salsa de soya, el vinagre y el azúcar. Remueve bien y deja reducir.
Luego agrega la pasta de chile y la ralladura de naranja. Finalmente, agrega la maicena disuelta en agua y remueve. Cuando haya espesado, añade el pollo, mezcla bien. Sirve el pollo decorado con semillas de sésamo y trozos de cebollín. Acompaña con arroz blanco.