En el mundo del cortejo imperan las personalidades extrovertidas, sociales y muy afables. Cualquiera que conoce a alguien con estas características queda rápidamente enganchado. Los psicólogos explican que es mucho más fácil para los individuos con este tipo de personalidad acercarse a alguien, entablar un diálogo o encarar y decir: me gustas.
Pero estas personas confiadas, con mucha seguridad en sí misma también pueden aprender muchísimo de aquellas personas con características opuestas: los introvertidos. Sí, podrían jactarse de tener a muchos chicos o chicas rendidos a sus pies, pero hay cuestiones más allá de proyectarse como una persona súper simpática que serían puntos a su favor a la hora de conocer a alguien.
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Lo primero que se debe saber es que el concepto de timidez ha cambiado mucho a partir de los estudios psicológicos. La escritora estadounidense Susan Cain publicó el libro “El poder de los introvertidos”, donde explica que las personas más reservados o retraídos son, en realidad, “selectivos, observadores, sensibles e incluso buenos líderes en entornos de trabajo”.
Estas cualidades son positivas en el terreno de la conquista y el cortejo, solo que debes ser muy acucioso para notarlo. Es así que de ellos —y algunas intrépidas técnicas— pueden aprender los más sociables para mostrarse un poco más cautivadores e intrigantes.
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“El principal problema de los tímidos no está en ligar. Más bien suele ser el hecho de evitar las situaciones sociales, lo que les impide conocer gente nueva”, comentó la sexóloga Emma Placer a la revista Buena Vida, de El País.
Así que ellos han encontrado un terreno fértil en el plano virtual. Y aunque se han abordado incontables veces los pro y contras de los ligues en estas plataformas, ellos sacan un buen partido de ellas. Pero ¿existen otros caminos a la hora de seducir o atraer a alguien?
“… hay personas que tienden a la introversión que, incluso siendo así, prefieren la interacción social en persona, aunque les suponga una exposición más brusca que por redes. Algunas disfrutan de los cambios afectivos y emocionales que se van produciendo gradualmente al conocer a las personas de forma presencial”, detalló el psicólogo español Daniel Álamo.
Otro punto a favor de los más reservados es saber qué decir y cómo escuchar. Para Placer no es una mala idea aprender de ellos que en una primera o segunda cita puedan decirle a alguien “que te pone nervioso porque te gusta o te importa, eso es muy seductor”. Pero su capacidad de escuchar será el dardo que pegue justo en el punto clave.
“Su capacidad de escucha no tiene parangón. Y eso también conquista. Puedes escuchar y ver los valores positivos de la persona con la que quieres ligar. Y, a veces, aunque sientas vergüenza y no te atrevas a decir nada, tu mirada, tu lenguaje no verbal está hablando y seduciendo de forma muy sincera y efectiva”, agregó Placer.