Durante esta época de navideña, para muchos las emociones se sientan más intensas y los recuerdos de los buenos momentos se vuelven protagonistas, generando mucha nostalgia, especialmente para quienes recién acaban de sufrir una ruptura amorosa; pues la soledad pasa su factura y puede llevar a impulsos, como enviar mensajes o realizar llamadas , que no se realizarían en otra época del año.
Aunque disfrutar del tiempo en familia y amigos puede reemplazar momentáneamente esta ausencia, llega una etapa en la que la expareja vuelve a aparecer con un "Feliz Navidad" o "Feliz Año Nuevo" y, de paso, deja muchas dudas.
De acuerdo con expertos consultados por elpais.com, el mensaje de Navidad entre exparejas es un suceso tan común que hasta tiene su propio nombre, se denomina: Marleying.
"Este término se popularizó en 2017 gracias a un estudio de la web de citas de eHarmony, que lo bautizó como tal en honor a Jacob Marley, el fantasma del exsocio de Ebenezer Scrooge en el libro `Cuento de Navidad´ de Charles Dickens. En concreto, la web de citas encuestó a más de 4 mil personas: el 11% dijo haber recibido noticias de su ex por Navidad, mientras que otro 8% aseguraba haber tomado la iniciativa para retomar el contacto", detalla el prestigioso medio de comunicación.
En este sentido, la sexóloga Nayara Malnero aseguró a The Washington Post , que el riesgo de la situación es que cualquier excusa es buena para "reenganchar". De hecho, tras un tiempo sin contacto, cumpleaños o felicitaciones de Navidad y año nuevo resultan ser siempre la excusa perfecta. El motivo, según la experta, es que precisamente en estas fechas existe una mayor sensación del deber de reciprocidad, por la que “te sientes más obligado a responder con un mensaje de vuelta, también con los mejores deseos, pero que no deja de ser una forma perfecta de iniciar de nuevo la conversación”.
A la vez, ella apuntó que la Navidad es una época en la que se intenta hacer un balance positivo del año que acaba. De esta manera, “después de una ruptura en pareja y tras el paso del tiempo, podemos quedarnos con lo positivo de esa historia. Algo que puede provocar que nuestra balanza se incline a favor de responder o escribir, o incluso de proponer o aceptar ese café pendiente", detalló.
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¿Responder o ignorar?
La duda entonces es cómo actuar ante esta situación, si responder o no a ese mensaje. Malnero afirmó al portal británico que, “no responder siempre es una opción y muy utilizada cuando tenemos dudas sobre qué hacer”. A esto se suma que, se debe tener claridad que no hay una obligación a la hora de contestar, y que se tome la decisión que se tome, lo importante es no sentirse a culpable.
No obstante, la especialista enfatizó en que se trata de una decisión muy personal. Por ejemplo, la experta indica que si se decide no responder “es tu decisión y es tu vida, no has de sentirte culpable, ya que de hecho ya cerraste tu relación con esa persona en su momento".
En cambio, si se opta por contestar, antes de dar al botón de "enviar", Nayara insistió en que, "sopesemos las consecuencias de ese mensaje. Sobre todo, si existe o no la posibilidad de que quiera o quieras volver a quedar o hablar con esa persona", se lee en el artículo publicado.
Avanzando un paso más, la psicóloga insistió en que "al menos tenemos que tener claro que si se plantea la posibilidad de vernos, pensar qué respuesta darás, para dejar clara tu postura y no sentirte obligada a hacer algo que no quieres, no te apetece o no sientes”.
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Mientras que, en el caso de que quieras responder, pero solo por cariño o por dejar las cosas bien con esa persona, sin dar pie a que haya más contacto, Malnero recomendó que primero se deben distinguir las intenciones del otro: “si el mensaje es una cadena puede no haber otra intención, aunque está claro que lo ha enviado a tu contacto por algún motivo, pero si es un mensaje genérico quizás solo sea una forma de mostrar cordialidad”, añadió al rotativo citado.
Así, es importante que medites muy bien la decisión y procures no equivocarte al confundir la comodidad de que te conozcan bien con el amor verdadero. Responder un mensaje no es el fin del mundo, no te va a matar ni te va a dejar atrapado en un círculo vicioso de relaciones tóxicas, pero si hay algunos casos en los que es mejor no hacer caso. Todo tiene que ver con la intención y lo que realmente consideres mejor para tu bienestar.