¿Cómo saber cuáles son los límites entre seducción y acoso?

En esta época, en la que el movimiento #MeToo ha dejado en evidencia la cultura del acoso sexual, conviene saber cuándo la seducción traspasa los límites y se convierte en agresión.

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Foto Por Pixabay

Por Rosemarié Mixco

2019-03-17 9:42:51

José Carlos (nombre ficticio) la mira salir de su apartamento todos los días. Lo hace desde su ventana, pues teme que su interés por ella sea evidente y cualquier gesto o piropo provoque el rechazo de su amor platónico. Además, ha visto tantas noticias sobre mujeres y hombres denunciando acoso que se confiesa lleno de dudas e inseguridades. “No sé cómo acercarme a ella y saber si tengo posibilidades de iniciar una relación sin que tome a mal mi actitud”, expresa el joven de 19 años.

En un país como El Salvador, en el que ha imperado la cultura machista, el ritual de la seducción atraviesa por un cambio radical de paradigmas, modificación que ha sido impulsada por el movimiento #MeToo a nivel mundial, tras sacar a la luz la cultura de agresiones y abusos que impera en Hollywood, EE. UU.

Hoy en día, una declaración de atracción sexual, un mensaje de texto coqueto, un piropo, una mano sobre la rodilla o el hombro pueden ser tomados como señales de agresión. Pero hay que dejar claro que no solo los hombres son potenciales agresores, también las mujeres pueden llegar a límites insospechados de acoso.

Sin embargo, la seducción es un ritual necesario y placentero que juega un papel crucial en las relaciones interpersonales, independientemente si se realiza de un ámbito amoroso, laboral, de marketing o socioeconómico.

“La seducción implica la manifestación de nuestra intimidad (…) una serie de actos expresivos, comunicativos y relacionales, cuya intencionalidad es interactuar con los otros. Consiste en una comunicación auto reveladora”, explica la española Miriam del Campo Yecora, en el sitio psicopediahoy.com.

Para el sitio definicion.de, seducir “supone la capacidad de inducir a una persona a que realice una determinada acción o participe en un determinado comportamiento”.

Entonces, ¿cómo saber cuáles son los límites entre seducción y acoso? ¿Qué debería hacer José Carlos para saber si tiene probabilidades de iniciar una relación con la chica que lo atrae sin generarle disgusto?

El experto en relaciones personales James Preece expresó a la BBC que “si estás atraído e interesado en alguien, tienes que coquetear”. La frontera entre la seducción y el acoso siempre ha sido EL CONSENTIMIENTO. En la era del #MeToo, el seductor tiene que armarse de creatividad y paciencia para cazar lo que desea. Acá te compartimos algunas sugerencias para conseguirlo.

TIPS PARA SEDUCIR

El autor estadounidense lanzó este libro en el año 2001. Foto / Editorial Océano

El escritor Robert Greene da algunas sugerencias sobre cómo seducir con éxito, en su libro El arte de la seducción. Sin embargo, recuerda que lo importante es conocerte a ti mismo, escuchar y observar a la persona con quien deseas ligar, todos somos diferentes y la seducción es un ritual íntimo e individual.

1. La primera fase de la seducción para Robert Greene es el despertar del deseo. Si tú ya elegiste la persona que deseas ligar, inicia el contacto de forma respetuosa, inspirando confianza. Conversa, escucha y observa, llena sus necesidades sin ser directo, insinúate. Hazle creer que te seduce a ti.

2. Si esa persona que deseas te ha hecho saber que corresponde tu flirteo, es momento de trazar el camino correcto. Tu estrategia. Siempre mantén el suspenso, averigua qué la hace feliz, evita la controversia y cuida más los detalles. Ten paciencia, primero desármala. Hazla recordarte.

3. El siguiente paso es “cavar la trampa”. Recuerda que tus palabras y tus actos deben ser coherentes. Prueba que en realidad te interesa, infunde en ese ser la sensación de protección. Mezcla el dolor con el placer, crea momentos de tristeza y angustia, genera tensión para luego liberarla.

4. Es momento de dar el golpe, de convertirte en la presa. Da la impresión de que el seductor quiere ser seducido. Resalta su poder sobre ti sin ser sofocante ni vulgar. Mantén una cierta distancia, cultiva el misterio, despierta la ansiedad. Y nunca provoques una despedida innecesaria.