“Tómame o déjame. Pero no me pidas que te crea más. Cuando llegas tarde a casa, no tienes por qué inventar; pues, tu ropa huele a leña de otro hogar”, dice una canción de Mocedades, que data de los años 70.
La melodía revela el drama de una esposa que sabe que su marido la engaña, pero que no cuenta con el suficiente valor para encararlo y dejarlo. ¿Cuántas se identificarán con el tema? Algunas mantienen la esperanza de que su compañero cambie, ¿pero es posible? Las opiniones de los expertos están divididas. Mientras algunos opinan que sí, otros lo creen poco probable.
Al hablar de qué motiva a las personas a quemarle la pata a otra, la psiquiatra Margarita Mendoza Burgos es tajante: “Los hombres son infieles porque sí, en gran parte, por el machismo. En las mujeres, es más común porque se sienten incomprendidas, no queridas, maltratadas en una relación, o buscan pagar con la misma moneda”.
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Hacerte preguntas como: ¿si tuviera una vida con esta persona, cómo funcionaría? ayudan a evaluar posibles escenarios.
Para ella, se puede dejar de ser infiel, pero no es tan simple como decidirlo. “Se requiere mucha fuerza de voluntad, sobre todo de parte de los hombres, pues son muy dependientes del sexo. Con las mujeres es más fácil, si se sienten queridas, respetadas, si tienen hijos; pero al hombre se le hace cuesta arriba olvidarse de la infidelidad”, plantea.
Según datos recopilados por la aplicación de citas Ashley Madison, en Estados Unidos, el 68 por ciento de las quemadas de pata ocurre en el trabajo. De acuerdo con algunos psicólogos, como Delia Pop Belentan, especialista en terapia de pareja, es posible que alguien ame a su pareja, pero que experimente atracción por alguien más. De manera que estar cerca de esa persona y sentir que su matrimonio o relación se ha vuelto rutinaria puede jugar en contra.
Curiosamente, la infidelidad parece interpretarse de forma diferente entre hombres y mujeres. Según un estudio realizado por la Universidad de Kansas, para las chicas, intercambiar un beso ya entra en la categoría de que te ponen los cuernos; pero, para los hombres, infidelidad es llegar a un encuentro sexual.
Pero, independiente de cuál sea la causa, la Dra. Mendoza Burgos cree que asistir a terapia puede ayudar a superar la infidelidad. “Si quiere a la pareja y tienen hijos en común, hay que darse una oportunidad. Si la pareja dice que no lo va a hacer de nuevo, vayan a terapia juntos. En el caso de los hombres es difícil que cumplan su promesa; en las mujeres, que los hombres las perdonen realmente”, afirma.