INFOGRAFÍA: 6 señales que te alertan que eres adicto a la pornografía

A lo mejor pensás que no tiene nada de dañino. Más allá de si es una práctica moral o no, cuando la situación se apodera de tu vida, es cuando empezás a notar las consecuencias.

descripción de la imagen
Foto Por EDH/ Archivo

Por Agencias / Iliana Colocho

2018-09-17 4:30:01

Te podés llamar Raúl, Jaime o Héctor. O también Luis, y por qué no, Laura o Rebeca, las mujeres también juegan este partido, pues es la historia de cualquier persona que está atrapada en el vicio de pasar horas y horas viendo pornografía.

Así le paso a Hugo, nombre ficticio, quien a los 12 ó 13 años comenzó a buscar fotos de contenido sexual en Internet. Luego la cosa pasó a los videos y de allí se hizo costumbre. Ahora tiene 28 años y considera que se ha convertido en todo un problema, pues no logra conseguir una vida sexual plena y saludable. Además, lo ha metido en varios problemas, tanto en su casa como en su trabajo.

Pero cómo saber si una persona que consume pornografía ya es un adicto.
Según María Contreras, psicóloga e integrante de la plataforma “Dale una vuelta”, en una entrevista a EFE Salud,  existen ciertas señales a las que le debés poner mucho ojo, entre ellas está dejar de lado otras actividades por pasar prendidos en el celular o en la computadora, pasás más tiempo frente al aparato o te alejás de las personas, entre otros.

Varios estudios, como los realizados por la Universidad de Cambridge, Reino Unido, aseguran que la pornografía desencadena en el cerebro reacciones similares a las que causan las drogas en los adictos a esas sustancias.
“Una de las señales de alerta es que te da igual consumir en cualquier sitio, y te arriesgas a que cualquiera te vea, porque puede más la adicción que cualquier otra cosa”, comentó Contreras.

 

En un artículo publicado en el sitio web de la Asociación Americana de Psicología, Ana Bridges, psicóloga de la Universidad de Arkansas, en Estados Unidos, explicó que la pornografía está prácticamente en cualquier parte. “Internet ha hecho más fácil que nunca desarrollar una fijación erótica. Cuando el uso del porno se vuelve intenso en frecuencia o duración, comienza a interferir en otras áreas de la vida de la persona”, agregó.

A juicio de Contreras hay muchas razones que llevan a visitar estos sitios, como, por ejemplo, baja autoestima, inseguridad… O por simple satisfacción sexual.

Para Hugo aceptar que tiene un problema fue su primer paso para darle un cambio a su vida, luego buscó la ayuda de un profesional para salir de ese círculo vicioso.

“Me hizo ver que tenía solución y que estaba en mi mano mejorar. Tú mismo eres quien crea el problema y quien debe solucionarlo”, aconsejó.