Accidentes domésticos infantiles son prevenibles

La casa es el lugar más seguro en el que se puede encontrar una persona. Pero para un niño resulta a veces más peligroso de lo que se percibe. La clave para evitarlos es extremar las precauciones y desde luego la vigilancia.

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elsalvador.com

Por Mireya Amaya/Agencias

2018-08-20 5:48:42

Aunque los padres adecuen el hogar para la llegada de los hijos, a fin de hacerlo confortable y seguro, las cosas no son siempre así. Esto porque a medida que avanzan en años, el comportamiento de los niños cambia, variando desde luego lo peligros a los que pueden verse expuestos. A continuación te decimos cuáles son los principales percances que pueden enfrentar dependiendo de la edad y algunas formas de prevención, según la Asociación Española de Pediatría (AEP).

De 0 a 6 meses
Los accidentes más frecuentes son la sofocación en la cuna, los traumatismos por caída del cambiador o de la cama y las quemaduras en el agua del baño o por ingesta de líquidos calientes (biberones).
Otro riesgo es el síndrome de muerte súbita del lactante, que es la muerte repentina e inesperada de un niño menor de un año de edad. Se desconoce su causa, aunque
se barajan varios factores, entre ellos algunos que pueden producir sofocación
o asfixia.

¿Qué hacer? Según la AEP, la habitación, la cuna y la postura del bebé, son tres aspectos esenciales de la seguridad del recién nacido a la hora de dormir. El lugar más seguro para ello es en la misma habitación de los padres, en su propia cuna. Es preciso que los muebles que use guarden todas las medidas de seguridad; al cargarlos evita acercarte a fuentes de potencial peligro, y nunca los dejes solos ni por pocos segundos.

De 6 meses a 1 año
En esta etapa, el niño va adquiriendo una mayor movilidad al gatear y caminar, por ello los tipos de lesiones más frecuentes son los traumatismos. También se dan intoxicaciones y atragantamientos (pues suelen llevarse todo a la boca), además de quemaduras.

¿Cómo prevenir?
No dejes a su alcance piezas pequeñas que pueda tragarse o productos peligrosos. Al mismo tiempo, al comenzar a moverse es necesario que protejas las esquinas, muebles peligrosos, las escaleras, los enchufes, etc. Además, los muebles que puedan ser volcados deben asegurarse a las paredes. La vigilancia es crucial para su seguridad.

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De 1 a 3 años
Dado que el infante va adquiriendo cada vez una mayor movilidad y autonomía, las lesiones que se producen con más frecuencia son los golpes y caídas. En este punto, la dcotora Camacho explica además que se dan ingestas de productos tóxicos y/o medicamentos, llevados por su curiosidad. Son comunes, también, los episodios de sofocación por frutos secos, chicles y otros frutos con hueso, además de quemaduras.

¿Qué hacer? Debes conseguir un adecuado equilibrio entre la vigilancia y proteccion, y la libertad, para que pueda explorar el entorno. Por lo mismo es muy importante acondicionar el hogar, para no tener que estar continuamente llamando la atención del niño.

De 3 a 6 años
En esta etapa, cobra especial importancia la prevención de accidentes, dada la
importante movilidad y actividad física del niño y su gran curiosidad. Como en
la etapa anterior, las lesiones que se producen con más frecuencia son los golpes
y caídas, pero también son frecuentes las quemaduras y los ahogamientos.

¿Las medidas? Es fundamental mostrarle los diferentes peligros en terrazas, ascensores, escaleras, piscinas, vehículos a motor… y no olvidar enseñarle con el ejemplo. Las medidas de prevención son similares a las comentadas en la etapa anterior.

Mayores de 6 años
Según publica abc.es, los traumatismos pasan a ser los accidentes más frecuentes en esta época, debido a su constante actividad en juegos y deportes. Desde esa edad se sugiere emplear medidas de prohibición, pues el niño ya entiende y sigue órdenes.