Hiperniños: la generación del miedo

La superprotección de los padres modernos está llevando a que los hijos sean inseguros, miedosos, incapaces de tolerar la frustración, de tomar decisiones por sí solos y de asumir responsabilidades. Sigue leyendo y averigua si eres un padre de este tipo.

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elsalvador.com

Por Mireya Amaya/EFE

2018-07-16 4:38:28

Todo esto deriva de la llamada hiperpaternidad/hipermaternidad o de los también conocidos como “padres helicóptero”, un término que hace referencia a los progenitores que se preocupan por sus hijos de forma excesiva.

El sitio guiainfantil.com los define como aquellos que, “tienden a sobrevolar por la vida de sus hijos para advertirles de los posibles peligros, evitar que cometan ciertos errores, corregir sus meteduras de pata y hasta boicotear su capacidad de elección, en cuanto a amistades o parejas cuando son adolescentes”.

En la práctica, es como si estos padres siempre estuvieran volando sobre sus hijos, listos para emprender una operación de rescate cuando noten el más mínimo signo de “peligro”, según el sitio rinconpsicologia.com.

Aunque parezca reciente, este último sitio apunta que dicho término surgió en el año 1969, cuando Haim Ginnott escribió en su libro Between Parent & Teenager: “mi madre sobrevolaba sobre mí como si fuera un helicóptero”.

¿Sabes lo que le preocupa a tu hijo adolescente?

Más tarde, en los años 2000, se retomó para hacer referencia a un fenómeno que se estaba extendiendo entre las familias de clase media de los países más desarrollados. Pero como todo cambia, con el avance de la tecnología hoy también se les llama “padres drone”.

A propósito de esta nueva realidad, el portal destaca que hubo un tiempo, no muy lejano, en el que a los niños no se les prestaba demasiada atención. Es más, los pequeños guardaban silencio si los padres hablaban, si hacían berrinches no se les hacía caso hasta que les pasara y se les permitía entretenerse como ellos quisieran si estaban aburridos.

Sin embargo, indica el mismo sitio, de aquel modelo de educación queda poco o casi nada. De hecho, ha sido sustituido por ese estilo de crianza que convierte a los hijos en el centro de atención, a quienes sin demora se les debe dar todo lo que desean cuando lo desean.

¿Cómo afecta a los hijos?
De acuerdo con el sitio efesalud.com, por su blandura de carácter estos niños son apodados como generación “copo de nieve”, pero se caracterizan además por un excesivo narcisismo. Son pequeños con agendas de ejecutivos desde parvularia, que tocan el piano, aprenden chino y juegan al ajedrez.

La periodista y escritora española Eva Millet Malagarriga, experta en el tema, explica que en la hiperpaternidad, los padres se transforman en compañeros pero ansiosos, dispuestos a dar todo a su hiperniño para evitar a toda costa que se frustre, aunque ello implique hacerles los deberes hasta el último curso de Enseñanza Secundaria.

Es más se ha llegado tan lejos que ya hay padres que llaman al catedrático de la universidad de su hijo para interesarse por sus notas o acompañan al vástago el día de la prueba de ingreso en la universidad con bolígrafos, agua y bocadillos para que no le falte de nada.

Agrega que en los colegios mayores para universitarios hace apenas unos años no conocían a ningún padre de los residentes, mientras que ahora están tan pendientes y alerta de todo que lo que hacen es infantilizar a sus hijos.

En las universidades de EE.UU. ya se empezó a detectar este fenómeno de los hiperniños en los 90. Ahora, ya hay empresas que organizan habitaciones para los padres que acompañan a sus hijos cuando van a una entrevista de …trabajo, y proliferan los programas para “adultos-jóvenes”, destinados a enseñar las habilidades necesarias para desenvolverse.

En otras palabras, según rinconpsicologia.com, “esa tendencia a la hiperpaternidad solo consigue que los hijos sean inseguros, miedosos, incapaces de tolerar la frustración, de tomar decisiones por sí solos y de asumir responsabilidades”.

El gran problema de estos hijos es que nunca han tenido que poner a prueba sus capacidades y no han desarrollado la confianza necesaria en sí mismos.

La solución: amor y sentido común
De acuerdo con el sitio rinconpsicologia.com, las personas deben luchar sus propias batallas en cada etapa de su desarrollo. De ahí que los padres no pueden proteger a sus hijos por siempre, pues llegado el momento estos tendrán que enfrentarse a sus propios miedos y cometer sus propios errores.

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Como padre tu papel es el de guiar a tus hijos en la solución de sus problemas, pero no ser quien siempre se los soluciona. De lo contrario ten la certeza de que tu hijo no estará preparado para la vida.

Si luego de leer esto, crees que eres uno de esos padres helicóptero/ drone, o casi te conviertes en uno, rinconpsicologia.com te recomienda optar por lo siguiente:

1. Sé como un submarino. No sobrevueles a tu hijo, mejor mantente fuera de su radar, pero siempre atento por si realmente necesita tu ayuda.

2. Practica la sana desatención. Quédate tranquilo si alguna vez no puedes darle a tus hijos la atención que quisieras. Además de ser padre o madre, también eres una vida fuera de la familia.

3. Relájate. No sobrecargues a tus hijos con infinidad de actividades, y permíteles que aprendan a gestionar su tiempo libre.

4. Deja que cometa sus propios errores. Los errores son fundamentales en el aprendizaje y, si son bien usados, fortalecen características como la perseverancia, la autonomía y la autoconfianza. Solo si nos caemos y somos capaces de levantarnos, confiaremos en nosotros.