En esta era donde todos estamos más conectados que nunca a través de nuestros dispositivos móviles y el Internet, aparece una tendencia de la que pocos escapan, en especial las personas que están comprometidas con su pareja y tienen una sólida relación.
Se trata del cushioning, una táctica de citas en la que una persona casada o comprometida, coquetea con otras de sus contactos en las redes sociales.
La palabra procede del inglés “cushions” que significa sofá, almoadones y en términos coloquiales quiere decir colchón.
Los peligros detrás de estos mensajes de texto
Eso significa que una persona comprometida suele tener a sus “comodines” para cuando se sienta triste, solo, inseguro y con muchas ganas de liberar el deseo sexual, todo eso a causa del malestar que le provoca su actual relación.
Razones para hacerlo
El deseo de terminar con la pareja es la principal causa que provoca el cushioning. Como consecuencia la convivencia de la pareja comienza a cambiar, surgen los engaños, desconfianza, pleitos y otros sentimientos negativos que apuntan a un triste desenlace.
¿Haces cushioning y no lo sabes?
Probablemente seas de las muchas personas que lo practica, pero aún no sabe cómo se refleja.
Las señales del cushioning son:
– Escondes los mensajes de tu celular a tu pareja o no permites que lo use.
– Ocultas las conversaciones que tienes con tus “comodines”. Es usual que se practique el sexting.
Nuevos amigos de Facebook y problemas de pareja
– Sueles tener fantasías con las personas que hablas en el chat.
– Piensas todo el tiempo sobre lo que pasaría contigo si se termina tu relación.
Lo bueno de todo es que…
El cushioning podría ayudar a las personas a encontrar a su media naranja y hay una lógica explicación a eso. Una persona puede mostrarse tal y como es, sin tapujos ni miedos con sus prospectos, lo que genera mayo confianza y comodidad. Entonces ¿por qué no enamorarse de alguien que no esconde nada?.
Sin embargo oculta su verdadero yo a la persona que ama, desde lo que piensa hasta lo que siente en realidad.
Las personas no dejan de hacer cushioning por la seguridad que les provee tener a alguien ahí, disponible en teoría, para cuando sea necesario. Ese “comodín” resulta excelente en momentos de crisis, para distraerse un rato de los problemas conyugales, levantar el ego, los ánimos y el autoestima.
¿Crees que es correcto eso?