Así eran las esposas en los años 50

Te mostramos 10 afiches, muy cómicos, que ilustraban el rol de la mujer en el hogar

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elsalvador.com

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2016-07-04 7:06:00

En la década de los años 50’s nada era más importante para una mujer que ser una “buena esposa”. Y esto significaba cumplir con ciertas actitudes y patrones de conducta establecidos por la sociedad.

De hecho, habían una serie de afiches publicitarios que ilustraban a las mujeres sobre cuál era su rol y cuáles eran sus responsabilidades en el hogar.

Aunque en la actualidad esto parece risible e incluso rídiculo, pero lamentablemente fue algo real.

A continuación te compartimos 10 consejos para ser una buena esposa en los años 50.

1. Tenerle la cena preparada

“Planifícala con antelación, incluso la noche anterior si es necesario. Esta es una buena manera de hacerle saber que has estado pensando en él y que eres consciente de sus necesidades.

2. Ponte guapa

“Tómate 15 minutos para descansar, necesitas estar descansada cuando él llegue. Maquíllate el rostro, arréglate el pelo y ten una actitud alegre. Él ha estado trabajando muchísimo y necesita disfrutar.”

3. Tener todo ordenado

“Concéntrate en limpiar a fondo el salón de la casa antes de que tu marido llegue. Recoge los libros, los juguetes, los papeles, y luego limpia el polvo de las mesas.”

4. En los días fríos

“Durante los meses más fríos del año deberías prepararle una pequeña lumbre para que pueda calentarse cuando llegue. Tu marido sentirá que ha encontrado un lugar maravilloso para descansar y ordenarte lo que desee. Después de todo, preocuparte por su comodidad te proporciona una gran satisfacción personal.”

5. Silencio

“Los niños son un tesoro y a él le encantará verlos jugando. Intenta evitar los ruidos desagradables. Cuando tu marido llegue, apaga la lavadora, secadora o aspiradora. Intenta que los niños estén en silencio.”

6. Semblante feliz

“Ten un semblante feliz. Dirígete a él con una cálida sonrisa y muéstrale sinceridad en tus deseos de complacerle. Escúchalo.”

7. Conversación

“Quizás tengas muchas cosas importantes que contarle, pero el momento en el que él llega del trabajo no es el apropiado. Deja que él hable primero, recuerda, sus temas de conversación son más importante que los tuyos.”

8. Que él disfrute

“Nunca te quejes si él llega tarde o va a cenar fuera sin ti. Incluso, trata de entender el entorno de estrés y de presión en el que estará y lo que le gustaría estar en casa y poder relajarse.”

9. Ayudarle

“Ayúdale a quitarse el abrigo y los zapatos. Háblale en voz baja y de forma cariñosa.”

10. No cuestionarlo

“No cuestiones sus acciones o sus decisiones. Recuerda, él es el jefe de la casa y como tal todas sus acciones serán justas. No tienes el derecho de cuestionarle”.

¿Qué opinas de todo esto? Cuéntanos en los comentarios.