Las infidelidades han existido desde siempre. En estas situaciones el infiel cree que tiene el poder, que es él quien maneja la situación. Sin embargo, no deja de buscar excusas para lidiar con la realidad: cuando engaña, ¿a quién engaña?
La infidelidad daña a quien la sufre, pero sobre todo deja claro una cosa sobre quien la comete, que es una persona dañada.
Estas son las cosas que el adulterio dice acerca del adúltero:
1. Te cuesta asumir que mereces ser feliz
Quizá pienses que no sé de lo que hablo, pero, si la infidelidad te puede llevar a perder a tu familia, entonces ¿cómo llamarías al hecho de que tú mismo estés saboteando lo más valioso para ti?
2. No sabes lo que quieres
A pesar de haberte comprometido con una persona, no dejas de buscar otras relaciones. La respuesta lógica es que no tienes idea de lo que quieres.
La infidelidad tiene un propósito en la relación y no es destruirla
Después de leer este artículo tal vez perdones las infidelidades de tu pareja y trates de comprenderlo.
3. Eres egoísta
Si tu argumento es que tu relación ya no tiene la emoción de cuando iniciaron, déjame decirte que todos en algún punto pensamos lo mismo. Optar por el engaño solo habla de una cosa: ¡Egoísmo!
4. No sabes manejar tus emociones
Por supuesto que todos vemos personas más atractivas o más jóvenes que nuestras parejas en la calle, pero no andamos iniciando una relación con todo mundo. El hecho de que tú lo hagas revela que no tienes la madurez para manejar tus instintos.
Muchos ven en la infidelidad una cuestión de crianza. Hay algunos hombres, además, que la asocian a la masculinidad: un hombre infiel se ve a sí mismo como viril, irresistible, seductor. En realidad, un hombre o una mujer infiel es una persona que no valora lo que tiene, que no respeta la palabra empeñada, y que no tiene reparo en arriesgar el amor de su pareja, ni la unión de su familia.