La carrera espacial siempre ha sido un desafío para el ser humano, sin embargo, los avances han sido grandes y, en algunas ocasiones han brindado importantes hallazgos para entender un poco el universo.
Entre las dudas que surgen en todo el tema espacial, la periodista española Rita Abundancia se cuestionó sobre las prácticas sexuales en el espacio. Tras dar muchas vueltas a la interrogante, se decidió a preguntar a la delegación española de la Agencia Espacial Europea si existía algún tipo de estudio sobre ello.
“No, porque esto es un organismo científico”, fue la respuesta que obtuvo de la institución.
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Ante la respuesta, Abundancia investigó si alguna persona que ha viajado fuera de la tierra ha tenido alguna una experiencia sobre este tema, ya que, a simple vista, las misiones interestelares y la naves espaciales saben poco sobre la “dimensión sexual del ser humano”.
De acuerdo con la periodista, los viajeros espaciales “juran y perjuran que el sexo entre dos personas es algo que todavía no ha ocurrido en el interior de ninguna nave espacial (…) como mucho, lo más a lo que se ha llegado es a practicar la masturbación”.
Fue un cosmonauta ruso uno de los primeros en hablar, abiertamente, sobre el tema. Durante una entrevista, admitió haber tenido sexo, pero “manualmente”. A él se suman las declaraciones dadas por el estadounidense Ronald Garan Jr., quien afirmó que “masturbarse fuera de la Tierra entra dentro del terreno de lo ‘posible'”.
Ronald Garan Jr.
Pero. ¿qué tan complicado resultaría tener vida sexual en el espacio?
La gravedad cero ya obstaculiza las cosas porque “el simple hecho de que dos personas puedan permanecer juntas es complicado, ya que no cuentan con una fuerza que tire de ellos y los mantenga presionados”.
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Ante esta situación, lo más cercano que se ha creado para “responder” a esas atracciones fue un traje espacial llamado 2 suit, creado por la escritora italo-americana, Vanna Bonta. El traje tenía tiras de velcro para ajustarse a otro con las mismas características “con el fin de evitar que la falta de gravedad separe los cuerpos”.
Paradójicamente, estos son los más grandes avances de una de las áreas profesionales más desarrolladas en el mundo, sobre todo, porque las instituciones espaciales tienen reglas de oro para viajar al espacio: no enviar parejas en misiones interestelares.
