La representación cultural e histórica de El Salvador se encuentra plasmada en las edificaciones de la Catedral de Santa Ana, Iglesia colonial de Conchagua, Teatro Nacional, Iglesia El Rosario, Teatro de Santa Ana y Castillo Venturoso, entre otros lugares.
A través de su arquitectura, estos sitios ofrecen un viaje por los mejores diseños del país.
Catedral de Santa Ana
Se caracteriza por tener un estilo gótico. La construcción data el 21 de enero de 1906. Fue creada con la idea de que fuera la iglesia parroquial de Santa Ana, sin embargo, el 11 de febrero de 1913, se consagró como Catedral de la nueva diócesis.
Posteriormente, bajo la dirección de monseñor Benjamín Barrera y Reyes, se edificaron dos cúpulas internas y se le dio un estilo gótico, el cual consistió en hacer figuras y trazos con detalles religiosos. Asimismo, fue construido el altar mayor de mármol.
El templo posee 28 imágenes y cuatro confesionarios y visto desde arriba, tiene la forma completa de una cruz latina.
Iglesia colonial de Conchagua
Fue la primera construcción arquitectónica de una iglesia como tal. Está elaborada de un material llamado calicanto, que es una mezcla de arena, cal, piedra y claras de huevo. La iglesia está formada por dos torres (campanarios) y la nave principal.
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Es uno de los principales atractivos turísticos del municipio de Conchagua, en La Unión. Este templo se terminó de construir en 1693 por Wenceslao Ramírez. Cada pared mide aproximadamente un metro de grosor, por esta razón han resistido el paso del tiempo y hasta hoy se puede apreciar la misma fachada que fue terminada hace 322 años.
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Aunque no se conoce con exactitud cuánto tiempo duró la construcción, se cree que pudo ser edificada en un lapso de 5 a 10 años.
Dentro de la iglesia se pueden apreciar algunas imágenes que fueron traídas por los españoles, por ejemplo: el Señor de los milagros, la Virgen de las nieves y el patrono de la ciudad Santiago Apóstol.
Teatro Nacional
Es una de las edificaciones de mayor importancia en el país, su arquitectura es de estilo renacentista y data de 1917. Cuenta con una fachada de 42 metros de frente por 97 de altura y se construyó con el sistema de cemento armado Hennebique.
Fue diseñado por el arquitecto francés Daniel Beylard. En 1979 fue declarado como monumento nacional y es considerado uno de los centros más importantes para las artes escénicas de este país.
Iglesia El Rosario
Fue construida en 1972 por el arquitecto y escultor Rubén Martínez, quién decidió darle un estilo moderno a través de distintos vitrales que destacan el estilo de iglesias europeas.
La iglesia está situada en el centro histórico de San Salvador y en 1972 la Asamblea Legislativa la declaró lugar histórico. Además, fue denominado un Bien Cultural , protegido por la convención de la Haya.
Teatro Nacional de Santa Ana
Un monumento nacional que fue cimentado en 1910, bajo la dirección de los arquitectos Francisco Durini y Cristóbal Molinari.
La construcción posee un estilo ecléctico, gracias a las diversas influencias arquitectónicas, entre las que destacan arcos de medio punto del Románico, columnas compuestas del estilo griego, tímpanos grecorromanos, almohadillados y frontones del Renacimiento.
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Con más de cien años de historia que encierra el Teatro Nacional de Santa Ana, busca fomentar y propiciar el desarrollo sociocultural por medio de espectáculos de cultura artística de origen nacional e internacional.
Castillo Venturoso
Otro de los legados arquitectónicos de El Salvador es el Castillo Venturoso, distinguido por su estilo único y llamativo, creado en 1951 por el reconocido arquitecto de la época Armando Sol.
De acuerdo con la tesis de José Pérez y Claudia Salazar, arquitectos que realizaron un estudio de las construcciones que realizaron los profesionales Sol y de Sola, los materiales utilizados para la edificación fueron hierro forjado, arcos de medio punto, barro, piedra, madera para uso decorativo y estructural, columnas redondas y salomónicas, además de concreto armado y pisos decorativos.
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De la misma manera, el tercer nivel del castillo fue elaborado de madera y era utilizado para las presentaciones teatrales que Margarita Guirola ofrecía a grupos selectos de la clase alta del país.