Caminar parece algo tan natural que muchas veces no es considerado como ejercicio. Sin embargo, es uno de los más completos que trae más beneficios de los que te imaginas.
Caminar solo 30 minutos al día, por lo menos tres veces a la semana, te ayudará a perder peso, controlar la presión arterial, mejorará la condición de tu corazón, te dará más energía, disminuirá el estrés y te pondrá de buen humor, entre muchos otros efectos positivos para tu condición física y mental.
Una vida sedentaria trae consecuencias graves para tu cuerpo, comienza por ganar sobrepeso que puede llegar hasta la obesidad. Con esto vienen otros efectos como triglicéridos y colesterol alto, dolores musculares, de espalda y cuello, ansiedad y depresión.
En casos extremos, el sedentarismo te puede llevar a la muerte.
Sin embargo, caminar mejora el estado muscular y cardiorrespiratorio, la salud ósea y funcional. Y reduce el riesgo de padecer enfermedades como diabetes.
Antes de lanzarte a recorrer las calles debes prepararte haciendo ejercicios de calentamiento, no importa si ya eres un experto. Debes estirar los músculos de los brazos, las piernas, la espalda y hacer movimientos circulatorios con las articulaciones de tus tobillos, rodillas, ingle, cadera, codos, hombros y cuello. El calentamiento debe durar de cinco a 10 minutos. Así evitarás sufrir calambres o lesiones.
Caminar requiere prendas con las que te sientas cómodo, de preferencia que sean frescas. Existe la creencia errónea de que al usar bolsas de plástico para cubrir tu abdomen o suéteres vas a sudar más y por lo tanto quemarás calorías. En realidad esto es innecesario pues la grasa no se elimina por el sudor sino por la orina. Debes vestir ropa fresca y flexible para que puedas moverte bien. Usa tenis con almohadilla para reducir el golpe en las articulaciones de tus rodillas.
Lo ideal es tomar agua antes, durante y después de ejercitarte. Para darle un poco de sabor puedes agregarle rodajas de limón, naranja o pepino, por ejemplo.
Si no te gusta mucho el agua también puedes ingerir algunas de las bebidas hidratantes que hay en el mercado para reponer minerales que pierdes al sudar.
Al caminar y tomar agua también expulsarás toxinas a través del sudor, esto te ayudará a tener una piel más fresca, limpia y sana. Te servirá para ganar elasticidad tanto a nivel muscular como de piel. No olvides aplicarte un protector por los rayos del sol.
Cuando se practica cualquier actividad física también se debe cuidar la alimentación. Lo mejor no es eliminar algunos grupos de comida sino comer balanceado. Los carbohidratos como las pastas y el pan también son fuente de energía, puedes comerlos pero en cantidades controladas y ocasionalmente. También puedes consumir otras fuentes de carbohidratos como la pera, la manzana, el brócoli, nueces y semillas, frijoles, entre otros.
Caminando vas a perder peso. Es un ejercicio cardiovascular que pone a trabajar todo el cuerpo y acelera tu metabolismo. Varios especialistas en nutrición destacan que caminar de manera constante es uno de los ejercicios más efectivos para perder esas libras de más, al igual que otras actividades cardio como correr, bailar o nadar. En una hora de caminata puedes llegar a quemar hasta 200 calorías. Recuerda que perder peso depende también de tu alimentación, por lo tanto debes cambiar tus hábitos. Si te motiva, puedes salir a caminar con compañía pero sin perder el ritmo.
Lo mejor de todo es que no se necesita mucho para practicarlo: es barato pues no tienes que pagar un espacio para ejercitarte, se puede realizar a cualquier edad, solo o acompañado.
Lo más importante es la voluntad y tener una motivación para agarrar tus tenis y salir a recorrer el mundo, o por lo menos tu colonia.