Escritora salvadoreña publica libro en Corea del Sur

Rocío Rivas está triunfando en suelo asiático, al escribir libros para niños. Destaca los derechos de los pequeños, para que éstos los conozcan de una manera distinta.

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elsalvador.com

Por Varinia Escalante

2016-09-17 11:40:00

“Uno y el viaje secreto” y “Uno y el misterioso fantasma”, que saldrá a la luz el próximo mes de octubre, se han convertido en los primeros dos libros, de una serie de cinco capítulos, con los que la salvadoreña y periodista Rocío Rivas ha puesto en alto a El Salvador en Seúl, Corea del Sur.
La pluma de esta nacional está destacando tanto a nivel coreano y salvadoreño como en otros países, con la demanda de sus dos libros. En cada uno presenta un derecho de la niñez como el objetivo fundamental de su creación.

“Uno y el viaje secreto” salió a la luz el pasado mes de junio y, además, tuvo el apoyo -para darse a conocer- de la Embajada de El Salvador en Corea. Mientras “Uno y el misterioso fantasma” está terminándose. La autora y sus colaboradores, quienes son los traductores y el dibujante, tienen proyectado que “nazca” en las próximas semanas.

“Preparar un libro, no ha sido fácil. Ha sido un trabajo de cerca de cinco años, desde que me establecí en Corea del Sur. La serie inicial consta de cinco capítulos y en cada libro se presentará un derecho: el derecho a la no explotación, a una vida plena, a la salud, al nombre y a la nacionalidad, a una familia”, explica, siendo el de “una vida plena” el que se establece en el segundo ejemplar, que consta de 50 páginas (igual al primero).

Este libro trata del “niño Uno, que disfrutará de una vida plena: con familia, amigos, educación, diversión y salud. Pero, justo cuando está a un ‘tornillo’ de alcanzar su deseo de tener un brazo artificial, empieza a sentirse observado, acechado”.
En la historia, se verá como el “exjefe (de Uno), don Enojos, utilizando sus poderes de ‘fantasma’, intentará recuperar a su mejor fabricante de fuegos artificiales”. Y los personajes mostrarán “todas las trampas, magias y travesuras que ocuparán para enfrentarse al ser más misterioso del planeta Trabajólico”.

Rivas, además, ha ido más allá con sus libros. Cada uno, ha sido traducido al coreano, español e inglés, por lo que ha sobrepasado fronteras. “Los cuentos han sido escritos y son presentados en una versión trilingüe (coreano, español e inglés). (…) Con ello, hemos desarrollado el concepto de presentar libros de cuentos multilingües”. Así, la ayudan Jin Yeong Yun, traductor coreano; y Daniel Alvarenga y Néstor Hernández, traductores al inglés, más el ilustrador de toda la serie, Luis Miguel Montes, quienes han sido claves para la creación de los libros.

“Cada historia está pensada para divertir, al mismo tiempo en el que los lectores conocen sobre sus derechos. Los personajes presentan diálogos y acciones con ideas tan contrastantes que se pueden utilizar como ejemplo para iniciar debates, enseñanzas, incluso como un anti ejemplo en la lucha de los derechos de la niñez”, detalla.

¿Por qué escribir para niños? La escritora se sincera: “Soy madre de tres hijos, madrina y tía, por lo que siempre estoy rodeada de niños  y siento tan natural dejar volar la imaginación en historias en las que además de divertirse se pueda aprender”.
“Al llegar a Corea, quise transmitirles a nuestros hijos el idioma español, pero tuve la dificultad de no encontrar muchos libros latinoamericanos. Así se me ocurrió contarles mis historias”, sostiene.

El primer libro de Rivas participó en una exhibición especial, hasta julio, “para celebrar el 25 aniversario de la Fundación Corea”. Y gracias a la colaboración del embajador, Milton Magaña, su “primer libro se presentó en Seúl, en la exhibición especial de cuentos infantiles”, detalló la santaneca.

“En esa exhibición, participaron 41 embajadas o Misiones Internacionales establecidas en Corea, entre ellas España, México, Honduras, Canadá. Cada una, compartió cuentos tradicionales y modernos escritos en sus lenguas originales, y algunos incluso están traducidos al coreano”.

Rocío -quien trabajó cinco años en la UCA, y dirigió y guionizó una serie infantil sobre derechos humanos-consideró que fue “tan interesante hablarle sobre sus derechos a los niños” que al mudarse a Corea no quiso “dejar de lado todo lo que había estudiado y aprendido y así se inició el trabajo de la serie infantil”.

Casada con el coreano Yeong Yun, desde 2005, seguirá preparando el resto de capítulos de la serie. Mientras también sigue impulsando, desde 2013, “la editorial Story Nara” que ella misma creó y donde desarrolla dos series: los derechos de la niñez y sus primeros aprendizajes.