La piel es el órgano más grande del organismo, ayuda a controlar la temperatura corporal, almacena agua, grasa y vitamina D. Protege al cuerpo de todo lo que hay en el exterior, como el calor, la luz solar, infecciones y lesiones. Esta está conformada por varias capas, entre ellas la epidermis, que está compuesta de células escamosas, células basales y melanocitos.
Las lesiones dermatológicas o de la piel son originadas por muchos factores y si no se tratan a tiempo pueden derivar en alguno de los dos tipos de cáncer de piel que existen: melanoma o no melanoma.
De acuerdo al Instituto Nacional del Cáncer de los EE.UU., el melanoma es una enfermedad que origina la formación de células malignas o cancerosas dentro de los melanocitos, es decir las células que proporcionan el color a la piel. Esto provoca que al exponerse al sol o luz artificial, los melanocitos elaboren una mayor cantidad de pigmento y oscurezcan la piel.
En el marco del Día Mundial contra el Melanoma, que se conmemora el 23 de mayo, queremos recordarte algunos de los factores de riesgo que aumentan la posibilidad de padecerlo. Estos son: la prolongada exposición a la luz solar o artificial, antecedentes de la enfermedad en la familia, tener piel clara que se broncea fácilmente, las personas con cabello rojizo o rubio y de ojos claros tienen mayor propensión, al igual que las personas con muchos lunares grandes o pequeños. También lo son poseer un sistema inmunitario debilitado, estar expuestos al arsénico, haberse sometido a transplantes de órganos y consumir fármacos inmunodepresores, así como tener antecedentes de quemaduras de sol en la niñez o adolescencia. Pero el Instituto asegura que cualquier persona es propensa a sufrir la enfermedad, incluso si su piel es oscura.
El cáncer de piel puede extenderse por todo el organismo, desplazándose a través del sistema linfático y la sangre. El melanoma es una de las mayores causas de muerte y es cada vez más frecuente en los adultos jóvenes en edades entre 15 y 29 años.
El melanoma puede aparecer en cualquier parte de la piel, pero en los hombres es más frecuente en el tronco, caderas, cuello y cabeza. En las mujeres, es usual en los brazos y las piernas. Ante cualquier lesión irregular, lo mejor es consultar con el especialista.
Previene el cáncer de piel
Entre las medidas para reducir la aparición del cáncer de piel, según el Instituto del Cáncer de los EE.UU., se encuentra el cambiar de hábitos alimenticios y estilo de vida.
Esto incluye acostumbrarse a utilizar protector solar hasta en los días nublados, utilizar gorras, sombreros, sombrillas y ropa que cubran las extremidades, también gafas de sol y protector labial. Tomar suficiente agua y evitar exponerte entre las 10 y las 14 horas.
También debes revisar periódicamente tu cuerpo, en zonas como la espalda es difícil detectar alguna malformación de lunares, por eso el chequeo debe realizarse con la ayuda de alguien más.