Río Tomayate, una joya arqueológica en El Salvador

En el lugar se han catalogado cientos de fósiles, entre los que se encuentran caballos de gran tamaño, mastodontes, tigres diente de sable, tortugas gigantes, entre otros 

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elsalvador.com

Por Colaboración de Luis Morán

2016-04-08 9:00:00

El Salvador, a pesar de su pequeño tamaño en territorio, esconde secretos maravillosos, restos de cosas que sucedieron y de especies que habitaron en el pasado, de las cuales solo tenemos su memoria en libros y algunos esqueletos conservados en museos alrededor del mundo.

En nuestro país existe un pequeño lugar que conservó los restos de especies que vivieron en el Pleistoceno, una de las dos épocas del período Cuaternario, el cual inició hace aproximadamente 2.7 millones de años y terminó en el 10,000 a.C.

Fue en esta época que se desarrolló la Megafauna, animales de gran tamaño que aparecieron tiempo después de que los dinosaurios se extinguieran. En esos años hubo muchas glaciaciones y fue el tiempo de esplendor para el mamut.

El lugar del que hablamos se ubica en San Salvador, específicamente en el municipio de Apopa, una urbe que, a pesar de su enorme cantidad de habitantes, cuenta con lugares ocultos y de escabroso acceso, sitios donde aún no se han construido casas y que guardan celosamente tesoros como los encontrados en las orillas del río Tomayate.

Todo comenzó cuando un hombre del lugar, conocido como Don Teófilo, encontró, en el año 2000, una pieza muy interesante en uno de sus viajes por la orilla del Tomayate. El objeto tenía una forma y apariencia diferente a las piedras de la zona, pues parecía un diente.

No fue hasta meses después que Don Teófilo informó a las autoridades competentes sobre su descubrimiento. Así, los expertos en la materia se dieron a la aventura de bajar al escabroso lugar.

La sorpresa de todos fue encontrar un verdadero cementerio de fósiles de Megafauna. Los restos se encontraban semienterrados en la tierra; algunos se lograban visualizar en las raíces salidas de los árboles del lugar.

Con el tiempo, este sitio se convertiría en el más importante cementerio de Megafauna en Centroamérica, conteniendo los restos de especies que vivieron hace 2.7 millones de años en lo que hoy se conoce como El Salvador y Centroamérica.

En Apopa existen otros dos yacimientos fósiles de gran importancia. En el año 2003 se descubrió Las Jarandas y en 2011 se encontraron fósiles en Nueva Apopa.

En estos tres lugares de Apopa se han catalogado cientos de fósiles, entre los que se encuentran caballos de gran tamaño, mastodontes, tigres diente de sable, tortugas gigantes, entre otros. Sin duda esto aporta un enorme interés científico en el área de arqueología y biología antigua a la zona del continente que hoy lleva el nombre de El Salvador.