¿Te encuentras revisando Twitter inexplicablemente una hora después de decirte que te ibas a la cama? ¿Miras el celular para evitar charlar con alguien? Si es el caso, puede que seas adicto a tu smartphone. Pero no te preocupes, hay una aplicación para eso.
Un estudio del Pew Research Center reveló que 64% de los adultos estadounidenses tienen un smartphone y que el 46% de ellos piensa que no podrían vivir sin él.
A veces, la facilidad de acceso a redes sociales, juegos y la montaña de contenidos de internet dificultan concentrarse en otra cosa. De hecho, esto podría estar creando una generación de adictos a la tecnología.
“La tecnología evolucionó tan rápido que perdimos el control y nadie se detiene para pensar cómo esto afectará nuestras vidas”, le dijo Kate Unsworth a Connor Dougherty en un artículo del New York Times.
Unsworth es la fundadora de Kovert, una empresa que fabrica joyas capaces de reducir el uso de smartphones. Una empresa similar, Ringly, vende anillos que se conectan a tu teléfono y bloquean las notificaciones a 195 dólares, explica Dougherty.
Sin embargo, otros sugieren retroceder en el tiempo y adoptar modelos más simples que no pueden acceder a internet; los iPod Touch, que no permiten utilizar planes de datos; o NoPhone, un bloque de plástico con forma de teléfono que simula uno.
Pero la forma más interesante y contradictoria de superar la adicción al celular son las aplicaciones. Un ejemplo popular es Offtime, que les da a los usuarios la chance de bloquear ciertas aplicaciones o el acceso a internet en determinados momentos del día, escribió para CNBC Arjun Kharpa.
Esto es lo que usan personas que quieren hacerse algo de tiempo para estar con sus familias, aumentar su productividad laboral o concentrarse en la seguridad al viajar al trabajo.
Otras aplicaciones, como Checky, Moment y Menthal, van por el lado de la concientización e informan a los usuarios cuántas veces desbloquean sus teléfonos o el tiempo que pasan usando ciertas aplicaciones, escribió Katy Hall para The Huffington Post.
“Cuando se usa un teléfono, aparece la sensación de que el tiempo pasa bastante rápido”, le contó a Hall el creador de Moment, Kevin Holesh. “Fácilmente se pueden quemar quince minutos en Twitter y sentir que pasaron cinco”.
El simple hecho de saber que uno pasó más de treinta horas por mes al teléfono, el tiempo medio para los dueños de smartphones según un informe de Nielsen, puede hacernos dar cuenta de cuánto tiempo invertido en tus aparatos debemos dejar libre.
“Hay un segmento de la población que está empezando a decir ‘un momento, nos encanta toda esta tecnología pero parece tener su costo, sea mi pareja, mi trabajo o mi seguridad, porque mando mensajes de texto al volante’”, le explicó a Dougherty el neurólogo Adam Gazzaley.