Profesionales que saben responder a una realidad cambiante

Nuevo ingreso Ciclo 02/2021

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Foto: Cortesía de la UCA

Por Margarita Moreno, Dirección de Comunicaciones UCA

2021-05-24 4:00:07

Sumarse a la tendencia de hacer de la educación superior un producto más del mercado no es opción para la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). Estar a la altura de su misión de incidir en la realidad y de su responsabilidad con el país implica un esfuerzo permanente por fortalecer la calidad de la formación que ofrece y actualizar sus carreras.
En esta entrevista, Lidia Salamanca, vicerrectora académica, analiza el modelo educativo de la Universidad desde su oferta académica de grado, explica el proceso de actualización de los planes de estudio y cómo es el profesional que se forma bajo el método y sello de la UCA.

Frente a la oferta académica universitaria de grado del país, ¿qué distingue a las carreras que ofrece la UCA?
La apuesta de la UCA es formar profesionales críticos que profundicen en el conocimiento, que conozcan los conceptos de su carrera y que desde ahí puedan responder a los retos de la realidad, independientemente de que esta vaya cambiando. Eso es para nosotros lo fundamental. No buscamos la especialización desde las carreras de grado; buscamos la profundización conceptual, metodológica e instrumental que permita responder a los retos de hoy y del mañana. Esta es la diferencia sustancial y cómo la UCA se ha perfilado a lo largo de estos años en sus carreras de grado.

El marketing ha llegado al ámbito de la educación superior y con ello el peligro de que la formación universitaria se convierta en un producto más a vender, dejando el contenido de las carreras en un segundo plano. ¿Cómo la UCA hace frente a este riesgo?
El sello de la UCA es la calidad, la visión crítica y la capacidad de entender y acercarse a la realidad para intentar transformarla. Ese es nuestro elemento fuerte y sobre el cual cimentamos todos los procesos de promoción institucional e, incluso, de actualización de la oferta académica. Esta es la mejor manera para enfrentar esa dinámica que hay en el país, que efectivamente vende los títulos como mercancía. Las universidades tenemos la responsabilidad de hacer lo contrario: que el profesional que sale de nuestras instituciones esté bien formado, porque se enfrentará a una realidad que lo necesita. Esto la UCA lo tiene bien claro. Si vamos a ofrecerle a la sociedad ingenieros, licenciados, licenciadas, estos tienen que ser capaces de responder a la realidad. Si no, no seríamos fieles a nuestra tradición y responsabilidad como universidad.

¿Cuáles son los criterios o elementos que la UCA aplica a la hora de actualizar las mallas curriculares de sus carreras?
Son dos los elementos entre los cuales nos mantenemos buscando equilibrios y balances. Por un lado, lo que la realidad demanda, pero no solo en términos de mercado, sino de desarrollo nacional. Porque hay carreras que no son demandadas, pero existe una necesidad clara de El Salvador de invertir en ellas. La Universidad, entonces, se cuestiona qué es lo que la realidad está pidiendo. A partir de eso, tratamos de dar una respuesta profesional, científica y comprometida. Por otro lado, tenemos el componente fundamental de la misión de la UCA: incidir en la realidad para transformarla.
Nos mantenemos en una actualización constante de nuestras carreras. Toda nuestra oferta, tanto de grado como de posgrado, está actualizada. Para este esfuerzo nos ponemos en comunicación con empleadores y con exalumnos. Esto para conocer sus intereses, necesidades, aspectos en los que valoran positivamente a la UCA y aquellos en los cuales creen que debemos mejorar. Sobre esa base, hacemos propuestas. También consultamos y hacemos un debate interno en la Universidad para buscar conexiones entre las carreras y ver de qué manera fortalecemos nuestro enfoque interdisciplinario.

Se puede decir, entonces, que las carreras de la UCA están pensadas para dar a sus estudiantes una base amplia que les permita un mejor desempeño profesional.
Se les da el bagaje y el contenido conceptual, analítico e instrumental necesarios para responder a la realidad actual y futura. Por supuesto, se requiere la actualización a lo largo del tiempo, y por ello la Universidad invierte tanto en procesos de formación continua. Lo que queremos es que las personas que se gradúan de la UCA sean capaces de responder a los retos de una realidad cambiante. Si damos una oferta académica muy especializada, responderemos a las problemáticas de un momento en particular, pero al cambiar la realidad, ¿cómo un profesional sería capaz de responder?, ¿cómo podría adaptarse a los diferentes ámbitos de trabajo con los que se enfrentará? Para nosotros es fundamental que nuestros profesionales tengan las herramientas para un desempeño amplio.

Pero también es importante que lo conceptual se acompañe de la práctica.
De hecho, en la más reciente reforma curricular que implementamos, uno de los elementos fuertes es el tema de las pasantías, que los estudiantes tengan práctica profesional a lo largo de su carrera en diferentes asignaturas y experiencias laborales a través del Centro de Orientación Profesional de la Universidad.
De esta manera, se les da la posibilidad de que, a medida que se forman profesionalmente, tengan experiencia de campo directa. Esto enriquece. Al profundizar en el contenido, se es capaz de responder en la práctica. Fortalecemos la capacidad del estudiante de aplicar lo que aprende.

En pocas palabras, ¿qué tipo de profesional forma la UCA?
Alguien capaz de combinar las competencias científicas, tecnológicas y profesionales con lo humano, con la capacidad de crecer como persona y ciudadano responsable, acercándose a la realidad desde una visión comprometida. Esto es lo que nosotros llamamos formación integral de la UCA. Lo importante no es solo lo instrumental y lo técnico, sino también la persona, el agente transformador de la realidad. Por esto es que la Universidad se esfuerza enormemente por poner a sus estudiantes en contacto con la realidad, desde las asignaturas, la práctica profesional y el servicio social, en el cual la UCA ha sido pionera. Invertimos en la parte humana e integral, en el ser humano que se compromete y que es capaz de sentir con la realidad para transformarla.