Beatriz, la ingeniera que se convirtió en religiosa y maestra de jóvenes
Su vida dio un giro importante en cuestión de días. Ella decidió cancelar todos sus contratos para servirle a Dios y cambiar vidas a través de la educación
Beatriz Puente es una laica comprometida. Una mujer entregada a la educación e ingeniería civil. Hace cinco años tenía todas las comodidades que cualquier persona desea tener. Un buen trabajo, coche y casa en una zona exclusiva de la capital salvadoreña. Sin embargo, ella no era feliz, algo faltaba a su vida.
Así fue como Beatriz tomó una decisión que cambiaría su estilo de vida por completo: se desprendió de todos sus bienes materiales y empezó a vivir como religiosa, con voto de pobreza y obediencia, en la congregación de las “Carmelitas de San José”.
Decidir ser monja no fue fácil para ella, pero tomar los hábitos en 2015, ha sido una de las decisiones más acertadas en su vida. Ella tenía 34 años y dos mascotas a las que les daba lo mejor. En esa época ejercía como gerente en una institución de gobierno y su corazón no dejó pasar desapercibido el llamado a la vida religiosa, según relata. El 1 de febrero del mismo año, la ingeniera Puente se despojó de su ropa habitual para cubrirse con los hábitos religiosos.
“Para llegar a ser lo que soy ahora, pasé por la Beatriz estudiante de postgrados, Beatriz profesional, empresaria e innovadora. Una noche tomé el valor de decirle a mi familia que iba a ser religiosa. Al principio, mi mamá no me dijo nada, estaba asombrada; algunos de mis amigos, al darse cuenta, me dijeron que no lo hiciera; pero después de todo, el apoyo que he recibido ha sido inmenso, especialmente de mi madre”, relató Puente.